Agenda Progres perdió ante las necesidades reales de la gente
Cuando el qué me pongo perdió contra el cómo hago para comer
La Agenda “Progres” perdió ante las realidades económicas y sociales de la gente, que más preocupada por el qué me pongo o dónde me voy de fiesta, su pensamiento se centra en cómo hago para comer, cómo pago los recibos, o cómo pago el alquiler.
La agenda Progres y la realidad
Rodrigo Chaves perdió en el bastión del progresismo, la capital, donde se ubica el estrato social más afortunado de Costa Rica. Tampoco perdió por mucho, pero si quedó claro que este grupo de votantes no compartía urgencia por resolver problemas de desigualdad social reales.
Ganar en 5 provincias más allá de Escalante dibuja exactamente porqué perdió #Figueres y sus legiones de despistados sociales. Hay hambre en Costa Rica, hay necesidad de empleo, y el hartazgo por la corrupción pesó más que un vídeo “mandando besitos”.
El acoso debe atenderse sin dilatar, pero en una balanza de prioridades una mujer en Estado de pobreza tiene un montón de cargas sociales y emocionales diferentes que deben ser atendidas, nunca ignoradas como pretendían otra vez los progres. Las más perjudicadas con el Covid 19 y su efecto económico fueron mujeres, pero los Progres nunca plantearon la urgencia de resolverles esa realidad.
En la elección de Carlos Alvarado nos engañaron con la división social entre LGTBIQ y Heterosexuales, pero el Gobierno que prefirió colocarse adelante en la marcha gay, olvidó que al igual que lo promete la Constitución Política, todos somos iguales ante la ley, eso implica que indiferentemente de que seas o no LGTBIQ, antes tienes que tener un plato de comida caliente sobre la mesa, un techo, y un trabajo asegurados para después preocuparte en pensar en la “inmortalidad del Cangrejo”.
El Soberano venció a la manipulación abierta de Medios Tradicionales, a la distracción intencional, y al ocultar realidades. Tenemos 2 o más Costa Ricas; una angustiada por el qué se pone; otras por el ¿qué comer, cómo pagar, dónde trabajar?.
La Agenda Progres y el efecto Mariantonieta
Esos que se vistieron intelectualmente de “María Antonieta” al promulgar libremente y sin barrera mental “Si no tienen pan, que coman pastelillos”, olvidaron que el destino de la Reina era inevitable; la guillotina electoral descabezó las ideas de priorizar las necesidades reales de la gente versus las agendas a la cual solo tienen derecho si ya tenés resuelto lo básico.
Limón, Puntarenas, y Guanacaste nuevamente gritaron auxilio en las urnas electorales; así lo dicen los números de las votaciones donde nuevamente queda claro que a estos compatriotas costarricenses les preocupan realidades y no pensamientos muy arriba en la pirámide de Maslow.
A ellos hay que resolverles para ya, su petición al unísono: “¡Déjenos trabajar!”, y hay que hacerlo porque el Narcotráfico no pide permiso.
El gobierno de Carlos Alvarado nunca resolvió el tema de Puntarenas al abrazar la agenda Progres y menospreciar las necesidades económicas. Igual Limón grita por seguridad no basada en garrote policial, sino en redistribución de la riqueza de la provincia más rica de Costa Rica; Guanacaste ocupa para ya el tema de acceso al crédito para crear empresa local que explote el turismo y no únicamente transnacionales que por cierto no le compran ni los huevos a la vecina del frente.
En las giras de los Candidatos todas las peticiones eran las mismas: “Déjenos trabajar”. José María Figueres no las escuchó, prefirió abrazar la agenda Progres y atacar a su rival con una necesidad de Maslow muy arriba de las realidades sociales de la gente y perdió.
Ahora Rodrigo Chaves debe cumplir, y preocuparse por la Base de la Pirámide de Maslow, sin olvidar que una vez superada la desigualdad social, la pésima repartición de la riqueza (que se debe hacer con igualdad de oportunidades no con asistencialismo) podría pensar en “la inmortalidad del Cangrejo”.
Y recuerden, cuidado con el Efecto Mariantonieta, porque les pueden terminar cortando la cabeza.
Posdata: Don @RodrigoChaves recuerde que la voz del Pueblo es la Voz de Dios.
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