«En busca de una oportunidad: La cruda realidad de la población en condición de calle en Costa Rica»
Artículo de Opinión
(Por *Cristhofer Zamora Mora para El Guardián) – Es muy común escuchar sobre las diferentes problemáticas de las personas desempleadas en condición de calle en Costa Rica es una realidad que merece toda nuestra atención y compasión.
La cruda realidad de la población en condición de calle en Costa Rica
En el transcurso de los largo años, el número de personas que se ven obligadas a vivir en la calle debido a la falta de empleo y recursos ha aumentado de manera significativa y tomando en cuenta a personas extrajeras que han salido de sus países buscando una mejor calidad de vida. Esta situación es un reflejo de la compleja problemática del desempleo en el país, así como de la necesidad de implementar medidas efectivas para brindar apoyo a estas personas vulnerables.
La falta de oportunidades laborales es una de las principales causas del creciente número de personas desempleadas que terminan viviendo en las calles. La situación se ve agravada por la falta de acceso a servicios básicos, la discriminación, vivienda digna y atención médica adecuada. Este tipo condiciones representan un grave obstáculo para quienes buscan reintegrarse a la sociedad y recuperar su estabilidad económica y emocional.
Es fundamental que como sociedad tomemos conciencia de esta problemática y trabajemos en conjunto para encontrar soluciones sostenibles. El Gobierno, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil tienen la responsabilidad de generar programas y políticas que aborden no solo la situación inmediata de las personas desempleadas en condición de calle, sino también las causas subyacentes del desempleo y la falta de oportunidades laborales.
El Estado ha tomado un plan de acción que es una política nacional atención integral para personas en situación de abandono y en situación de calle, ya que en Costa Rica se encuentran en condición de calle alrededor de 4,146 persona según informa el instituto mixto de ayuda social en el 2021 (IMAS), aun así, es necesario ir mejorando los sistemas de integración y empleo para así disminuir esa tasa de personas en abono y condición de calle.
El desarrollo de programas de capacitación laboral modernos adaptados a diferentes áreas como la tecnología y entre otros, la creación de empleos temporales, la mejora en el acceso a vivienda asequible y la atención integral a la salud son algunas de las medidas que podrían contribuir a brindar una respuesta efectiva a esta problemática. Además, es importante fomentar la solidaridad y empatía en la sociedad, promoviendo el respeto y la dignidad de las personas desempleadas en situación de calle, ya que son muy discriminas por nuestra población.
En última instancia, es necesario reconocer que cada persona desempleada en condición de calle tiene una historia única y merece ser tratada con dignidad y compasión, sin ser juzgados ya que no conocemos la realidad de las cosas de porque está ahí. Todos tenemos la responsabilidad de contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a la construcción de una sociedad más inclusiva y solidaria, donde cada individuo tenga la oportunidad de desarrollarse plenamente sin importa su etnia, nacionalidad o su color de piel.
*Cristhofer Zamora Mora, estudiante de la escuela de Economía de la Universidad Nacional sede de Heredia.