Gustavo se va, la tragedia de la milonga
La Salida de Gustavo Alfaro confirma que la palabra está devaluada y que vale más el momento que el futuro.
Gustavo se va, la tragedia de la milonga
Su salida por unos dólares más no duele, ubica en la realidad costarricense condenada al fracaso por su aspiracionismo ingenuo.
Solo Pinto y Bora se salvan del examen de DT Extranjeros a la altura de las circunstancias, después ni pensar en despropósitos como Maturana, el otro Gustavo (Matosas), el paso efímero de Lavolpe o el impresentable Suárez.
Gustavo Alfaro demostró que su verbo es potente, pero su carácter débil ante las tentaciones. Se fue por más plata, pero condenado a ver el próximo mundial por tv, ante la realidad abismal de un Paraguay reducido a la mínima expresión.
Quien venga para la Sele debe haber comido todas las mañanas pinto con salsa Lizano, a ver visto las Estrellas se reúnen, reído con la Dulce Vida, o recordar las ocurrencias de Pilo Obando. No más de afuera cuando adentro tenemos con qué, y es hora de reconocer nuestro valor para meter en el saco los diablillos del malinchismo para molerlos a palo cual Uvieta.
Materia prima hay de sobra. Solo falta una buena dosis de “huevos”, una alta disciplina, y “calda” el que cuál nena se vaya a resentir por el anhelo de querer más con base en el sacrificio.
Ya es hora de no aceptar el intercambio de espejitos por oro, ya es hora de respetarnos. Acaso alguien nos gana en ser los más “pura vida «.
Impulsados por el deseado motor de plasma de Franklin Chang, la poesía de Jorge De Bravo, la música de Editus, el ingenio de Carmen Lyra, el carácter de los 2 Ticos que llegaron a la cima del Everest (Ligia Madrigal y Warner Rojas), el deseo de superación de Sherman Guity, la disciplina de las hermanas Poll, la fe del Padre Sergio de reconstruir Cristo Rey en una ciudad potable, y la lealtad de 200 años de los Guanacastecos que juraron de la Patria por nuestra voluntad, como dijimos tantas veces “¡Si se puede!”
Necesitamos una revolución y un revolucionario capaz de criticar a viva vos el envío de jugadores Ticos a tierras inhóspitas por algunos chuminos para quemarles su carrera. Uno con autoridad para exigir cambiar nuestro ridículo campeonato. Capaz de sentarse con los técnicos de los 3 grandes clubes de Costa Rica y compartir estrategia para ganar torneos internacionales.
Creamos y bailemos nuestro chiqui-chiqui, y no más milongas trasnochadas por personajes sin palabra de honor.
Aceptémoslo, ese deporte que paraliza el país y desaparece los vehículos por 90 minutos, que olvida las ocurrencias y disparates Legislativos, que es capaz de ponernos una sola camiseta a todos, es una oportunidad para demostrar nuestro valor. No más malinchismo. Esas etiquetas de Hecho en… no debe embrujarnos más por más acento bonito que nos retumbe en la cabeza, la erre debe prevalecer. Viva Costa Rica.