Figura paterna y su importancia

(Por MSc. Jacqueline Pérez Navarro, para El Guardian) – Actualmente son muchos los padres los que buscan encontrar su lugar en la familia y es importante que lo hagan, porque la figura del padre es fundamental en la crianza y educación de los hijos, ya que, pueden ser referencia que sustenta, las diferentes facetas en las que se asentará la seguridad en sí mismos, su autoestima y su estabilidad afectiva y emocional.

El padre será parte de la primera escuela de amor, donde los hijos aprenderán y experimentarán la importancia de querer y sentirse queridos.

Importante mencionar que cuando se habla de padre, se incluye la figura paterna. Que puede ser un hermano mayor, un tío, un abuelo, maestro o cualquier hombre emocionalmente sano y compasivo que forme parte de la crianza.

La paternidad activa.

La paternidad activa es la forma de cambiar paradigmas que dicen que la labor del padre es solo proveer económicamente y dar un apellido, mientras mamá se queda en casa atendiendo a los niños.

Poco a poco se ha entendido que tanto los roles de papá como de mamá son importantes para la familia cuando están presentes los hijos.

El padre de hoy ya no es solo el que impone la disciplina. Su rol ahora destaca por su fuerte influencia para integrar a la familia, contribuir en el desarrollo social y emocional de los hijos.

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El padre colabora en el desarrollo social de los hijos, en su equilibrio emocional, de ahí la necesidad de que posea él un equilibrio en su personalidad, sin rasgos de dominación, ni sumisión. Su actuación ante los hijos debe basarse en la afectividad y en la negociación, antes de convertirse esta en actos dominantes o sobreprotectores.

Cuando es un modelo proactivo, ayuda a que sus hijos sean más resilientes ante la adversidad, que enfrenten los obstáculos con valor.

Aportando límites claros, da seguridad al niño, quien aprenderá a contener la frustración y a respetar estos límites, así como a poner los suyos propios. El niño que se siente protegido por su progenitor aprende y comienza a desarrollar conductas de autocuidado.

También destacar que la imagen paterna se construye en la mente de los niños, no sólo de los rasgos de su progenitor, sino también de los atributos de otros hombres importantes de su infancia y de cualidades paternas idealizadas en otros personajes, que los niños captan de los ídolos de su tiempo. De ahí, la importancia de valorar y confrontar las influencias ambientales que reciben los chicos.

Beneficios del apego

Cuando se genera esta conexión desde la niñez, ambas partes se ven favorecidas:

  • El padre aprende a leer señales, se siente competente y participativo en la crianza.
  • Pasa a ser un adulto disponible emocionalmente, que puede calmar al recién nacido en momentos de estrés y brindar compañía en su desarrollo.
  • Se produce un bienestar emocional para los dos.
  • En la medida en que el niño se sienta seguro, irá adquiriendo mayor autoestima y confianza, tanto en sí mismo como en los demás.
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Como trabajar la relación padre-hijo ya de adulto.

Es recomendable que las relaciones padre-hijo de la adultez busquen una vía de crecimiento sana donde se puedan elaborar y sanar conflictos. A veces esto ocurre espontáneamente con la madurez de ambas partes, y en otros casos se necesita ayuda psicológica.

  • Buscar la autenticidad del vínculo, con honestidad, conversar para entenderse y perdonarse si es necesario.
  • Valorar el saber que proviene de la experiencia y la práctica.
  • Buscar siempre un equilibrio entre la confianza y el respeto.
  • Alimentar la relación con tiempo, dedicación, cuidado y el cariño a través de actividades en conjuntos.
  • Ayudar a la integración del padre en el rol de abuelo y cuando sea necesario orientarlo con los intereses de los nietos.
  • Ayudar a los padres a adaptarse y mantenerse integrados a una generación de rápidos y continuos cambios, brindarles un lugar y una posición digna.

Como dos últimas recomendaciones les puedo decir que el padre tiene un papel fundamental en la educación y la crianza de los hijos. Su personalidad y su modo de hacer las cosas van a constituir un referente básico en la niñez del hijo.

Además, el papá debe de tener presencia en lo cotidiano, mientras más se dé, mejor será el conocimiento del hijo de lo que es su padre, lo cual facilitara el proceso de descubrir a un padre que no es ideal, que se equivoca, que no es inalcanzable y que permite que el hijo se construya a sí mismo como una persona diferente.

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