Chef Doris Goldgewicht mujer polifacética, amante de la buena cuchara y de la vida
Amante de la vida y de la buena cuchara, sonrisa intensa siempre lista con una receta para el estómago y para el corazón, mujer polifacética Doris Goldgewicht le contó a El Guardián la historia de sus inicios como Chef y empresaria.
Venía entrando con su perrita Cajeta de dejar a un muchacho que le hacía un trabajo en su casa en Punta Leona, donde está viviendo actualmente con su hijo debido a la pandemia del Covid-19. De personalidad sencilla, humilde y ese don por ayudar a los demás a superarse nos contó como inicia su amor por la cocina. Tal y como lo diría su programa de televisión “Sin Secretos con Doris”.
Sin maquillaje, en camiseta y un short y hasta descalza, muy amablemente nos atendió, la encantadora y valiente chef amante de la vida.
Se presenta, “Mi nombre es Doris Kohn Gudes” su apellido es de origen Austriaco pues de allí era su padre. Dice que cuando se casó con su esposo Israel y quién fue el gran amor de su vida fue adquiriendo el apellido Goldgewicht. Después fue Doris Goldgewicht para todo el mundo. Ríe. Psicóloga clínica de profesión, trabajó por 15 años y un día de tantos la mandaron a descansar porque estaba trabajando muy fuerte. Dejó la carrera pura tal cual, dedicándose a su pasión favorita, la cocina.
¿Porqué decide emprender si ya tenía un trabajo como psicóloga?
Dice que la aventura de su vida y el amor por la cocina empieza desde que era niña, esto le apasionaba. Así que decide poner un negocio con su esposo el que hoy todos conocemos como las Tiendas Tips. “De allí en adelante empecé aprender muchas cosas que yo no sabía. Fue cuando me metí al INA, me gradué y de allí en adelante seguí con todo lo que era la cocina, la decoración de queques, equipo, panadería, pastelería. Haciendo televisión, escribiendo en el periódico, pues por muchos años escribí en La Nación recetas de cocina, tuve una página”.
Cuenta que todo ha sido un crecer, crecer, crecer, pero sobre todo lo que más le gusta es tener esa función de ayudar a otros (apuña sus dedos y se toca el pecho con gratitud) dice “yo siempre tuve eso, no era solo crecer yo, sino que creciera mucha gente conmigo”. A la vista está que dice tener entre sus colaboradores personas con más de 45 años de trabajar con ella.
Su espíritu emprendedor la ha llevado a brindar una receta al estómago y al corazón de quien necesita una mano para hacer algo en la vida.
La Chef expresó que con “$500 empezamos aquel negocito en Avenida Segunda, dábamos siempre cursos gratis para que la gente emprendiera y hoy día la gente me escribe para decirme; doña Doris, gracias a esos chocolates yo compré mi casita, tengo un carrito, mandé a mis hijos a la universidad”. Y eso ha sido el mayor logro de mi vida, ósea si algo de lo que uno hace representa algo importante para el otro, es cumplir la misión, ¡Me puedo morir ya! Dice emocionada por servir a los demás.
Dice que Tips empezó cuando se metió a un curso de decoración de queques, y la gente empezó a preguntar por boquillas, por eso nos llamamos Tips”. Cuenta que “el negocio de Tips comenzó con $500. Teníamos ahorrados solo $500 y con eso mi esposo se fue a Estados Unidos y compró boquillas”.
Doris Goldgewicht, es una chef sin límites, es una mujer siempre activa, hace más de 8 años inició en la televisión nacional con su programa “Sin secretos con Doris” en Canal 13. Es un programa lleno de consejos, curiosidades de alimentos y productos. Luego pasó a otra casa Canal 7. Con la pandemia todo fue suspendido.
¿Cómo ha hecho doña Doris con su negocio para sobrevivir en medio de esta pandemia?
Ella ha sabido cocinar oportunidades, por eso durante la pandemia se reinventó, ajustó su mundo y siguió adelante. En su empresa ella contaba con aproximadamente 260 personas, tuvo que tomar decisiones importantes y sacrificios que, aunque no quería no había más remedio.
Nos reinventamos. Reinventamos el negocio completamente. Habíamos crecido. Estábamos “rajando” de que ya eran 8 tiendas. Desde el primer cierre tomamos la decisión de cerrar 4 de las tiendas, ubicadas en provincias, las más alejadas y a las que costaba enviar mercadería, quedándonos con 4, las más versátiles, las que conocíamos, que sabíamos podíamos luchar con ellas. No voy a decir que ha sido el mejor año de nuestra vida, pero no quebramos.
Lamento que tuviéramos que despedir mucha gente con todo el dolor del alma, bajar el salario a todo el mundo, los muchachos aceptaron y se pusieron la camiseta. Yo tengo gente que ha trabajado conmigo como 45 años. Es gente que sabe lo que nosotros ganamos, lo que perdemos, todo. Allí todo se sabe, no es nada escondido. Lo lindo es que todos traten de vivir bien. Tratamos de que nuestras personas colaboradoras tengan lo mejor y eso lo agradezco.
Hay una asociación de empleados en Tips que entre ellos se ayudan muchísimo y eso ha ayudado montones, muchas veces es tan fuerte esa asociación que nos prestan plata con intereses (ríe, ríe).
Tengo gente de 40 años, 38, 45. Empezaron conmigo en Avenida 2da, cuando yo limpiaba baños, cuando yo marcaba, es que ahora son más fáciles las cosas, todo eso yo lo hice. Todo eso pasó por mis manos, barrí limpié, cobré, todo, todo. Nadie me puede decir doña Doris usted…y sigo trabajando en lo que me dé…”
Me reinventé también con muchos Facebook Live que estamos haciendo. Al puro principio eran dirigidos al emprendimiento. Ahora nos damos el gusto de hacer cositas para los chiquitos, hacer cosas para paseos. Todos los días de lunes a sábado hay Facebook Live a las 10:00 a.m. y a las 3:00 p.m.
Vea usted con esto puede hacer plata, puede salir adelante y mucha gente se reinventó mucha, mucha gente, porque yo lo veo. A mí me escriben todos los días, y la verdad me encanta saber, que aportamos un granito de arena para eso.
Emocionada y casi a punto de llorar nos cuenta la mala experiencia de las bodegas que se le quemaron.
Se nos quemaron 3 bodegas. ¿Qué hicimos? Bueno yo, lloré, se había ido 40 años de trabajo, nos levantamos de las cenizas, lloré, pero también pensé en qué, uno se puede levantar muchas veces, cuesta mucho coger fuerzas de nuevo, pero si se puede, de verdad que sí. Ni me acuerdo, (a punto de llorar) se fueron todos mis libros, mucho dolor. Pero bueno estamos aquí.
Su vida personal
Me casé con el amor de mi vida, tuve esa suerte. Él murió hace 12 años y medio, de un desgraciado cáncer. Tengo dos hijos, ambos casados, cada uno me regaló tres nietos, dos nietas y un nieto. Una de ellas es especial, porque es cuadripléjica. Por eso me vine a Punta Leona a vivir hace 10 meses, es una niña que no habla. Tiene 15 años, y de solo pensar que le hubiéramos pegado el coronavirus y que la tengan que meter al hospital, cuidados intensivos, que ella no pueda decir me duele, me siento mal, tengo hambre, con ella todo hay que adivinarlo.
Decidimos venirnos para acá, y aquí estamos, cuidándome mucho. La verdad no por mí, si no por ella. Ellos se vinieron y mi hijo está trabajando desde acá. La familia muy comprometida, es una burbuja completa, no hay duda al respecto.
Experiencia Dancing with Stars
Fue un vacilón cuando me llamaron, pensé que era una broma y no caí en ella. Cuando don Mario Nájera me dijo doña Doris, esto es enserio, que la queremos. La verdad es que yo me salí al final, ya no aguantaba el dolor, yo fui de las que se le metió al tren y me fisuré una costilla que me cobró caro porque me dolía muchísimo. Yo le pedí a la producción me sacara, yo no iba a ganar, solo faltaba un programa, ya no quería venir “vestida y alborotada”, no quería sufrir más, me estaba inyectando demasiado. Pero fue una experiencia muy linda que, si tuviera que repetir, lo haría.
¿Cómo se define Doña Doris?
Se ríe y dice a la “Pucha” ríe de nuevo. “Bueno. Cuando yo me muera, yo quiero, que pongan en la lápida: “Aquí se murió una persona honesta”. Todo lo he hecho de una forma honesta, yo nunca he querido robarle nada a nadie, ni una receta, ni un dinero, ósea si he cometido algún error, lo he cometido sin querer y si me doy cuenta lo reparo de inmediato”. “He sido seria, digna de confianza, la gente confía en mí, te digo cómprate este chunche que es maravilloso, cómpralo, porque yo no vendo cochinadas. No puedo con las cochinadas”.
Como mamá, he sido una mamá bien, igual que todas, he querido a mis hijos, los respeto mucho, tengo una muy buena relación con ellos, con mis nietas también. He tenido la suerte de estar allí, ve que ahora, 10 meses casi que pegada a ellos sin un dime que te diré. Realmente súper bien. Los amo.
Tuve la suerte de casarme con un hombre maravilloso, la persona que yo amé la vida entera, fuimos una pareja con sus bemoles y de todo, pero nos quisimos mucho y tuvimos las mismas metas siempre. Nos respetamos y dignos de confianza. ¡Tuve una vida muy bonita!
Trabajé muy duro toda la vida. Muy duro quiere decir muy duro. Tal vez otros recogen basura muy duro también. Pero yo trabajé muy duro. Hoy estoy recibiendo digamos el beneficio, porque mi hijo me ayuda mucho, ha tomado las riendas del negocio, entonces ya no tengo esa responsabilidad.
Esa soy yo. Simple, sencilla, sin mucha cosa. Así me puedo vestir con unos zapatos de marca, que no los tengo, no los voy a comprar. Como puedo andar como verás, en camiseta, short y descalza. A veces paso del vestido de baño al pijama, muy tranquila.
Cierra nuestra entrevista diciendo que “Entonces yo sé lo que es no tener y rendir cada cinco, yo sé lo que es llegar a un final de mes sin plata porque todo eso lo viví. Pero también sé que cuando uno le pone, y de verdad le pone y no hay pretextos, se puede lograr llegar a vivir mejor. Tener tus cositas, estar más cómodo en la vida. Mandar a mis hijos a la universidad, todo eso fue un crecimiento paulatino».
«Pero también, un 24 de diciembre a las 3 de la mañana estaba en el Parque Central vendiendo juguetes, a lo que me dieran. A veces la gente cree que uno…mira ella no tiene que trabajar. Yo siempre he trabajado, claro que ya no lo hago con la fuerza que lo hacía antes. Y eso es».
Dice que “no me gusta comer sola, nunca he querido comer sola y trato de aprender algo nuevo todos los días, siempre hago un recuento, ahora estoy tratando de aprender el idioma de mi papá, alemán, me cuesta, pero allí voy de a poquitos con el abecedario, pero por lo menos, siempre estoy tratando de aprender algo nuevo, porque si no la vida llega a ser muy monótona”.