Presidente Rodrigo Chaves: 25% de la población son sus fieles seguidores
Los mal llamados "troles"
El Presidente Rodrigo Chaves tiene un 25% del apoyo fiel de sus seguidores a los cuales no les importa políticas ni metas ni objetivos si no su forma de ser, según datos del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica en publicación de su más reciente Estudio de Opinión Pública.
Presidente Rodrigo Chaves: 25% de la población son sus fieles seguidores
Del 29 de abril al 06 de mayo, se llevó a cabo la encuesta donde realizaron 1.000 entrevistas a personas mayores de edad con una línea telefónica celular en las 7 provincias del país, según detalló el reporte de prensa del CIEP, el cual justifica la premisa de apoyo de la siguiente manera:
En las encuestas publicadas por el CIEP desde 2022 se ha señalado que la Administración Chaves Robles sobresale por conservar un alto respaldo popular en sus dos años de gobierno, aunque las últimas mediciones dan señales de estancamiento.
Los niveles de respaldo popular no han variado y se mantienen estables desde noviembre de 2023, a pesar de que han ocurrido eventos con alto potencial para cambiar la opinión pública (salidas del Gabinete, escándalos de corrupción, crisis de abastecimiento de agua potable en distintas comunidades, clima de inseguridad, etc.).
Según este Informe plantean que efectivamente el respaldo popular al mandatario Chaves y a su gobierno es diferente al de sus predecesores. Lo que lo hace diferente es su índole *personalista.
Para medir el personalismo en el apoyo presidencial, se utilizan dos estrategias. En la primera, que busca corroborar la existencia de este tipo de respaldo, se analizan los datos de varias encuestas de opinión pública del CIEP-UCR entre los meses de agosto y noviembre 2023, enero y abril 2024. Se reprocesaron los resultados y se crearon dos índices1. El primero corresponde al ítem de gestión del presidente en el cual la escala original de muy buena, buena, regular, mala o muy mala se transformó a una escala 0-100 puntos en la que 0 puntos significa mala o muy mala gestión y 100 puntos buena o muy buena gestión.
El segundo índice se refiere a la percepción de la situación de la educación y la seguridad con respecto a los últimos 12 meses. En este índice los valores posibles son 0, 50 y 100 puntos. Aquellas personas que reportan que la situación ha mejorado en ambos temas obtienen 0 puntos, los que indican que uno de los temas mejoró y el otro empeoró, independientemente del orden, alcanza 50 puntos y las que mencionan que la educación y la seguridad han empeorado, registra 100 puntos. En otras palabras, entre peor sea percibida la situación menor será el respaldo a las políticas implementadas y mayor será el puntaje.
A partir de estos índices es posible dividir a las personas entrevistadas en cuatro categorías:
- Opositores férreos: se trata de personas que no respaldan la labor del mandatario ni las políticas públicas en educación y seguridad.
- Evaluacionistas: en este grupo se encuentran aquellas personas que no apoyan al mandatario, pero sí sus políticas
- Personalistas: corresponde a personas que apoyan al mandatario, aunque no respaldan sus políticas
- Seguidores fieles: corresponde a las personas que aprueban la gestión del mandatario y también sus iniciativas de política pública.
El grupo más numeroso son los personalistas y es el que respalda al presidente pero reprueba sus políticas de educación y salud (con un 39%). Le sigue en tamaño el grupo de personas que son consideradas como seguidores fieles, pues respaldan al mandatario y a sus políticas (representan el 25% de la población).
Enseguida aparecen las personas entrevistadas que se oponen férreamente tanto al mandatario como a sus iniciativas de política pública: una de cada cinco personas está en este segmento (21%). El último de los cuatro grupos lo conforman las personas que tampoco aprueban la gestión del mandatario, pero sí respaldan sus medidas en los dos ámbitos mencionados (con un 16%).
El culto y la culpa del líder, el binomio clave del personalismo
La segunda estrategia de análisis del personalismo consistió en analizar dos dimensiones del personalismo, hasta ahora inexploradas para el caso de Costa Rica. En este estudio se plantea que el fenómeno del personalismo en la política tiene dos caras: el culto y la culpa al líder. Entre más alto sea el respaldo personalista, es de esperar que el culto a su líder sea mucho mayor y, que a su vez, la culpa atribuida a dicho liderazgo sea menor. Por el contrario, entre personas que exhiben un menor respaldo personalista, la situación es inversa, es decir, menor culto al líder acompañado de mayor culpa.
Para medir las dos dimensiones del personalismo, el culto y la culpa al líder, se incorporaron dos baterías de preguntas sobre estos dos temas. Enseguida se describen los ítems:
Ítems sobre culto al líder
- Los errores del gobierno son de los ministros, no del presidente
- El gobierno no tiene responsabilidad en la crisis de seguridad porque no lo dejan hacer cosas
- Cuando el presidente Chaves le habla fuerte al Poder Judicial, él tiene la razón
- Entre apoyar a un partido y apoyar al presidente, escojo apoyar al presidente
Ítems sobre culpa al líder
- El presidente Chaves tiene razón en que las leyes se pueden dejar de lado, con tal de gobernar
- El presidente Chaves a veces dice cosas que no son ciertas, pero por buenas razones
- El presidente y su gobierno no son responsables de que el costo de vida no disminuya
- Los fallos del gobierno no son errores del presidente Chaves
Como se aprecia en los cuadros, hay una clara diferencia en las opiniones de las personas en las dos dimensiones. En los cuatro ítems que abordan la dimensión del personalismo sobre el culto al líder, el respaldo al mandatario Chaves es mayor. Por su parte, en las preguntas sobre la atribución de la responsabilidad al líder, el apoyo al actual mandatario es menor. Esto último quiere decir que, a pesar de conservar un alto apoyo popular, la ciudadanía no lo exime de la culpa y reitera su responsabilidad.
* El personalismo, en esencia, tiene que ver con el hecho de que los líderes individuales influyen más que otros actores institucionales clave (como los partidos políticos, los Poderes de la República). Se trata del predominio del ámbito político por un solo individuo, en este caso el presidente. La política personalista significa que los líderes son percibidos como desproporcionadamente más influyentes que las políticas y los resultados, a menudo a expensas de las instituciones y las organizaciones. Distintos estudios comparados concluyen que la política en todo el mundo es cada vez más personalista (Frantz et et al. 2002). En términos generales, en las democracias de todo el mundo (tanto en los sistemas presidenciales como parlamentarios) parece haber menos énfasis en los partidos políticos y sus políticas, y más atención en los líderes individuales. Los partidos se debilitan y los liderazgos individuales se fortalecen (Ignazi, 1996; Dalton y Wattenberg, 2002). De hecho, los datos muestran que en muchos países hay menos ciudadanos miembros de partidos tradicionales, las tasas de participación electoral son más bajas y los sistemas de partidos son menos estables (Liddiard, 2018). |