UCR depositará 25 mil semillas de arroz silvestre en “bóveda del fin del mundo”
Este 25 de febrero del 2020, la Universidad de Costa Rica (UCR) depositará semillas silvestres y mejoradas de especies vegetales, relacionadas con cultivos, en la Bóveda Mundial de Semillas de Svalbard, Noruega (conocida como la “bóveda del fin del mundo” o el “arca de Noé de las plantas”), con el objetivo de conservar la agrobiodiversidad mundial.
Esta actividad oficial, auspiciada por la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, se enmarca en el aniversario número doce de la creación de esta bóveda, que es la más grande del mundo y tiene almacenadas 992 032 muestras únicas de semillas de especies silvestres y variedades procedentes de casi todos los países del planeta.
Allí, a menos de 15 grados centígrados, los representantes de la UCR, la M. Sc. Griselda Arrieta Espinoza y el M. Sc. Allan Menes Martínez, depositarán 25 500 semillas de los arroces silvestres Oryza glumaepatula, Oryza latifolia y Oryza grandiglumis, que crecen en la zona norte del país, en los humedales Medio Queso y Caño Negro, así como en otras áreas protegidas de Costa Rica.
Estas semillas fueron recolectadas por los investigadores del Laboratorio de Biotecnología Aplicada al Mejoramiento Genético de Cultivos del Centro de Investigación en Biología Celular y Molecular (CIBCM) con el apoyo técnico y financiero de la organización internacional Global Crop Diversity Trust entre 2015 y 2018.
Seguridad alimentaria
Desde el 2015, la Universidad de Costa Rica y el Ministerio de Agricultura y Alimentación de Noruega mantienen un acuerdo suscrito para el depósito y almacenamiento de semilla a nombre de la Institución, por un periodo de veinte años. De este modo, Costa Rica sigue manteniendo su soberanía sobre estas semillas y, solamente, la UCR como depositante es el único organismo que puede sacar esa semilla, aclaró el investigador M. Sc. Allan Meneses.
Según los investigadores, depositar estas semillas en Svalbard es importante para la seguridad alimentaria y nutricional de nuestro país, ya que permitirá el resguardo de recursos filogenéticos de alto valor ecológico y agroalimentario, los cuales en el futuro podrían ser de utilidad para el mejoramiento de un cultivo básico como el arroz.
“Esto nos va a permitir resguardar en un lugar seguro plantas que crecen naturalmente y que, eventualmente, podrían estar sujetas a eventos climáticos y podríamos perderlas. Esto nos sirve como un respaldo”, aseguró la investigadora M. Sc. Griselda Arrieta.
Con el depósito de semillas, la Universidad de Costa Rica y otras 84 instituciones del mundo pretenden hacer un aporte valioso al resguardo de recursos filogenéticos de alto valor ecológico y agroalimentario para la humanidad y, así, alcanzar la meta #2 de los objetivos de desarrollo sostenible de la FAO denotada como “hambre cero”. Fuente: Prensa UCR