Un trasplante de células madre hace que una paciente con diabetes vuelva a producir insulina

Es parte de un ensayo con tres pacientes con diabetes tipo 1 que se lleva adelante en China.

En las personas que tienen diabetes tipo 1, el cuerpo reacciona contra las células que fabrican insulina. Como consecuencia, se desarrolla la diabetes y se deja de producir la insulina. Por eso, se necesita recibirla de por vida.

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Un trasplante de células madre hace que una paciente con diabetes vuelva a producir insulina

Desde la ciencia se busca hacer que el mismo cuerpo del paciente vuelva a producir la insulina, y un ensayo en China dio un primer paso hacia el desarrollo del uso de células madre reprogramadas.

Se logró que una mujer de 25 años con diabetes tipo 1 empezara a producir su propia insulina menos de tres meses después de recibir el trasplante de células. El resultado fue publicado en la revista especializada Cell.

La mujer fue la primera persona con diabetes tipo 1 que recibe tratamiento con células extraídas de su propio cuerpo. Aunque por el momento la intervención funcionó, reconocen que se trata de solo de una intervención que deberá ser evaluada en más pacientes para verificar que tenga eficacia y seguridad.

Deng Hongkui, biólogo celular de la Universidad de Pekín, Zhongyang Shen, del Laboratorio Key de Medicina de Trasplante de la Academia China de Ciencias Médicas y colegas de otras instituciones son los científicos que llevaron adelante el estudio publicado.

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El científico de China Deng Hongkui y su equipo consiguieron que una mujer produzca su propia insulina a partir de células madre reprogramadas. La intervención aún está en evaluación (Nature)

Mientras tanto, tienen en seguimiento a otros dos pacientes que también recibieron sus propias células reprogramadas.

Desafíos a largo plazo

Sin embargo, esta intervención no está exenta de dudas. La diabetes tipo 1 es, ante todo, una enfermedad autoinmunitaria. Esto implica que el sistema inmunológico de la paciente atacó previamente sus propias células beta productoras de insulina. La gran incógnita es si, con el tiempo, el sistema inmunitario volverá a atacar a estas nuevas células trasplantadas, anulando los efectos positivos de la intervención. Este aspecto será crucial para determinar si la terapia es duradera y viable para más pacientes en el futuro.

Además, hasta la fecha, solo se ha aplicado a una única paciente. Aunque los resultados preliminares son esperanzadores, todavía es necesario un mayor número de estudios y casos para obtener una imagen más completa de la eficacia y la seguridad de este enfoque. Cada persona puede reaccionar de manera diferente al trasplante, por lo que la posibilidad de efectos adversos o complicaciones en otras personas no puede ser descartada sin más.

El coste de la terapia también genera preocupación. Dado que es un procedimiento personalizado, que implica reprogramar células de cada paciente, se prevé que no será accesible para todos, al menos en un futuro cercano. Además, aún no se sabe con certeza cuánto tiempo permanecerán activas las células trasplantadas. ¿Será un tratamiento de por vida o será necesario repetir el proceso cada ciertos años? Las respuestas a estas preguntas siguen siendo un enigma.  Fuente: National Geographic.

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