Tilarán y el Lago Arenal, un destino por descubrir
Allí hay de todo por hacer
Tilarán y el Lago Arenal ya no quieren ser más un Camino para convertirse en un Destino por descubrir con actividades de todo tipo para el disfrute personal o grupal.
Dormí en un hotel bastante modesto, El Mary, pero con todo lo necesario para conciliar mi sueño. Aseo, atención, ubicación, y precio, todo bien.
A él llegamos por recomendación del Guarda del Centro de salud, después de recorrer 700 kilómetros en un día.
Era justo y necesario el descanso acurrucados por los ventoleros de aquella madrugada. No quería manejar más.
En la Bajura nos dijeron que Los Tilaranenses están entre el «Camagua y el Elote» en cuanto a pertenecer a Guanacaste, pero su cordón umbilical está atado y mide 22 kilómetros que es la distancia con su vecino Cañas.
Me encantó oír al viento cantar una canción de cuna para dormirme plácidamente.
Al despertar muy temprano, ese frío no me hizo olvidar mi querida Moravia, pero pintaba más a Coronado por la llovizna mañanera.
Buscar dónde desayunar nos llevó algo distinto al pinto con huevo, por eso pedí en el Restaurante Guadalupe tostadas con mermelada y mantequilla. Vaya decepción al servir en la mesa el pan con paquetitos de margarina númar y jalea de no sé qué cosa.
El dueño y quién atendía súper buena nota, eso disimuló el fiasco del desayuno que le sobró amor, pero le faltó técnica.
Un día antes, nos hablaron de Puerto San Luis para embarcarnos en la aventura de recorrer el Lago Arenal desde Tilarán.
La opción era a la derecha Montever que por alguna razón subjetiva no despierta en mí ningún interés, pues admito estar prejuiciado por ser un destino de plástico, versus la izquierda La Fortuna.
Soy zurdo (no ideológicamente) y se imaginan para donde giré el volante. Desviación hacia la derecha más adelante hasta Puerto San Luis. Hacía una mañana espectacular.
Una calle de tierra bajando a la derecha nos llevó directo hasta el embarcadero y un mar artificial abierto frente a nosotros.
El Lago Arenal
Construido por el ICE en 1979 con motivo de una represa, y aprovechando un pequeño lago natural, el Arenal tiene una longitud de 30 kilómetros, y una superficie de 85 kilómetros cuadrados.
Allí nos encontramos a Don Ismael López Villalobos, quien alistaba su equipo para el negocio de Tilapias en tanques instalados frente al muelle.
La noticia corrió como pólvora, y de pronto apareció el Capitán del Catamará, y los de las actividades acuáticas.
Ellos sabían de la importancia de conseguir la atención de los diferentes públicos a través de los diferentes medios.
Nos sorprendió No escuchar la majadería de muchos en preguntar a cuál Medio representa un periodista, muletilla en la GAM en muchas ocasiones para decidir si hablan o no con aquellos. Una vez se lo dije a un fulano. «Si te digo que vengo de CNN me vas a tratar diferente si vengo de Kuku», le reproché en una ocasión.
La mañana era hermosa, y mi productor audiovisual, Diego Ramírez, se subió por primera vez en su vida en una lancha para conocer el funcionamiento de los estanques.
Después el Capitán del Catamarán, Gilberto Varela, nos dió permiso de abordar la nave, para empaparnos de todas las características del viaje de un par de horas de duración.
Antes decidimos indagar sobre los deportes acuáticos del Club Náutico del Lago Arenal tras observar cuánto se gozaba en la llanta sujeta a una lancha mientras abarcaban las aguas de aquel paraíso.
Fabián Chávez del Club Náutico del Lago Arenal nos explicó cómo se puede disfrutar de todo tipo de actividades acuáticas sin mayores inconvenientes. Lo de ellos es un emprendimiento familiar muy profesional.
La verdad nos sentíamos tan bien recibidos por los propios que todo se convirtió en magia blanca pura.
La Comilona
Nosotros nunca acostumbramos pedir nada a cambio del propósito original de colaborar con mostrar el destino para invitar a la reactivación económica.
Sin embargo, el Lago Arenal nos trajo una invitación a probar lo que sería la hospitalidad sin precio del personal del Hotel y Restaurante Puerto San Luis.
Un hombre alto, grandote, se acercó a nuestra mesa, y con una amabilidad auténtica se presentó. Todos excepto nosotros sabían quien era, resultó ser el propietario del inmueble recién comprado para salvarlo del abandono, en época de Covid 19.
Lo hicieron él y su socio de una empresa experta en energías limpias, pero con muchas ganas de incursionar en un nuevo negocio.
Gercin Herrera Fernández se sentó con nosotros y durante no menos de una hora nos contó el viaje de su vida hasta la llegada del primer platillo.
La plática fue perfecta con el Lago Arenal de fondo, y así compartimos la visión de aquel Tilaranense que de niño llegaba precisamente a ese mismo lugar a tirarse a las aguas del Arenal.

De verdad la hospitalidad Tilaranense nos impactó, pues esa gente demostró tener una cocina de primer mundo, junto con un Don de Gentes que le hacía el honor.
El hotel está listo, pero está en constante remodelación para hospedaje de alto nivel, tanto así como la comida. Se los recomiendo.
No quiero spoliar la visita, pero ver una partido de la selección allí es un viaje auténtico al paraíso ida y vuelta con unas bocas.
Don Gersin nos contó la idea de la Cámara de Comercio de convertir a Tilarán en un Destino más allá de un punto de paso, y tiene razón.
Pronto iremos a practicar senderismo, en una ruta donde se podrá ejercitar, al tiempo de avistar aves.
Más abajo en el Lago Arenal se puede practicar Wind Surf, navegar en velero, o simplemente enamorarse del paisaje con el Volcán Arenal de Fondo.
El zarpe fue viajar hacia La Fortuna rodeando el Lago Arenal con una belleza indescriptible al atardecer.
Francamente la zona es preciosa, pero Tilarán es increíble desde el Parque de Los Vientos donde se puede avistar las Eólicas hasta las Actividades en el Lago Arenal.

Uno se enamora de Costa Rica, pero Tilarán es de verdad un paraíso para vivir entre Guanacaste y Alajuela a sus Anchas.
Para nosotros ya no será más un Camino, sino un Destino para dormir acurrucado por sus vientos y amanecer ilusionado de ver el Lago Arenal rendido a nuestros pies.
De regreso el Atardecer nos mostró a los pizotes abordarnos, mientras al bajar por Nuevo Arenal quedar encantado con la vista.
