(Editorial) Seguridad para el Trol sí, pero no para el Presidente de la República de un país alterado en su estatus quo donde el poder combinado con la ambición son justificantes para cualquier acción.

Seguridad para un Trol sí

Los Diputados del PLN y el FA olvidaron rápidamente, a su conveniencia, como invocaron protección especial para el mismo personaje que ellos terminaron calificando de mentiroso y poco fiable.

Ni más ni menos que un equipo especial pagado con los impuestos públicos al servicio de un cuestionado personaje. Por dicha la locura no encontró cabida en el Ejecutivo, pero sí no tendría protección permanente a costas de todos.

En el caso del ex Presidente Óscar Arias olvida que después de su gestión tiene permanente escolta policial afuera de su domicilio, y no tienen pistolas de juguete para cuidarlo.

Acaso se le olvida a la opinión pública las acciones del Gobierno de Carlos Alvarado colocando anillos de seguridad para evitar el contacto con la gente a kilómetros de distancia, como pasó en Cartago. O al Presidente Solís en su acercamiento a los Cuerpos Policiales vestido de policía con una camisa de la Fuerza Pública.

No vamos a desconocer que no es extraño para nosotros ver escoltas armados con fusiles de asalto, pero los tiempos han cambiado, ya no hay pactos ocultos donde al Mandatario no se le amenazaba porque ya había “Compadre Hablado”, como quedó más que demostrando con la condena en contra del mexicano Genaro García Luna, donde el pacto era cuidar al gobierno que te cuida por ejemplo.

Enormes son los intereses económicos detrás de poner en competencia el precio del arroz; eliminar alquileres multimillonarios a cargo del Estado; colocar escáneres en puntos estratégicos para el narcotráfico; o dejar al descubierto a mandos medios enquilozados y colocados estratégicamente para el actuar mafioso de sectores.

Es para este medio una obligación la protección del Presidente no por el nombre del que ocupa el cargo de forma pasajera, sino por la figura del Mandatario dentro de la Democracia Costarricense en un sistema Presidencialista.

Tampoco bajemos el carácter del análisis previo realizado por las autoridades policiales para colocar escudos. Esa fue una consideración de los especialistas, no una cabezonada o un antojo presidencial.

Ahora, ya ustedes saben que un sector de la Prensa se las trae con el Gobierno porque para sus intereses tomaron decisiones políticas que afectan su rango de influencia. Ya no hay en el primer nivel aquello de levantar un teléfono y pedirle al Ministro de Turno ayuda para hacerse el “maje” por una acción fuera de la Ley.  Entonces su tarea es un día sí y otro también, distorsionar la realidad y crear una narrativa a favor del sentimiento de que todo está mal.

Un Diputado amarillo se quejó de que el cambio era solo unos por otros, descubrió el agua tibia el chiquito. El asunto es cuáles son los grupos de interés que ahora tienen el foco.

Los consumidores con acciones concretas del MEIC o Salud; la Hacienda Pública con decisiones postergadas por años por los gobiernos alcahuetes; la Ciudadanía con lucha contra el narcotráfico con sofisticados métodos tecnológicos.

A esa prensa le incomoda la competencia entre iguales, de hecho sus instrumentos no son de consumo masivo, ya la gente cambió sus hábitos de informarse y creerles a ellos todo, y eso por sus propias decisiones contrarias a la lectura simple del sentir popular. No todos los seguidores son Troles como ellos dicen, son gente de carne y hueso, hartos del amiguismo de los gobiernos de turno, así lo demuestran las encuestas de agentes objetivos.

Así que motivos hay de sobra para que cualquier acto concertado o cualquier afectado por las noticias de esos grupos de poder quiera actuar contra la figura del Presidente.

Los que citan los Ex Presidentes eran otros tiempos donde no había nada que temer porque nada iba a cambiar en contra del estatus quo. Y claro, si estamos hablados para que te voy atacar si somos de los mismos; mas la ecuación cambió radicalmente y ahora esos Grupos de Interés están afectados y huérfanos de poder, porque seguramente en las próximas elecciones quedarán severamente lesionados en sus pretensiones políticas.

El Presidente responsable debe ser cuidado en extremo, sobretodo porque están tocando grupos de interés económicos, políticos, y del narcotráfico. Ya saben, si no existió malestar real contra un Presidente fue porque simplemente alcahueteaba las andanzas de los suyos, pero los tiempos cambian.

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Posdata: nos envía un internauta un comentario muy interesante que agregamos: