Repartidores de plataformas: hambre, frío y necesidad

Los repartidores de las plataformas digitales se enfrentan a una lucha constante, ya que que más allá de las plataformas a las que les brindan sus servicios, afrontan hambre, frío y necesidades económicas.

Con la llegada de la pandemia el contexto socio económico de muchas familias cambió, por lo cual muchas personas optaron por brindar sus servicios mediante plataformas digitales como: UBER Eats, Rappi y Glovo. Por tal razón, conoceremos más detalle de su situación actual.

Ante una situación de desempleo creciente desde que antes de la pandemia, jefes de hogar  optaron por trabajar con alguna de las plataformas a veces hasta más de  10 horas al día con el fin llevar el sustento a sus hogares, sin embargo a pesar de realizar el mismo trabajo los montos que ganan son muy diferentes.

Las circunstancias

Actualmente nuestro país no posee una reforma para regular los detalles de estas plataformas, por lo cual, cada una de ellas ha creado su propia forma de trabajar.

A los repartidores les afectan varios factores entre ellos, el hecho de contar con una bicicleta  para repartir,  ya que es más agotador y es más lento el proceso de entrega, por lo que se traduce en menor cantidad de clientes y menos ingresos.

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Otro punto se relaciona con las condiciones del tiempo, ya se trate de sol, lluvia, entre otros.  Ya que realizan trabajo en la vía pública, muchos choferes han sido víctimas de robos, accidentes en carretera.

Sin embargo tal como explicó «Marlon», quien prefirió resguardar su nombre por temor a perder el acceso a la plataforma como les ha sucedido a otros y a su vez, la única fuente de ingresos que posee.

«Si los asaltan lo único que pregunta la aplicación  es de qué forma van a pagar el monto robado, el repartidor siempre lleva las de perder», expresó Marlon.

Horarios

A pesar de que las aplicaciones asegura que los repartidores son únicamente «socios colaboradores» dichos «socios» no tienen derecho a negociar, únicamente aceptar las condiciones que ofrecen dichas compañías, pues de lo contrario, pierden el acceso a la plataforma.

Plataformas como Glovo solicitan un reporte de cuánto tiempo estarán trabajando y cuántas horas.

En el caso de UBER EATS indican que el horario es a criterio del «socio», sin embargo si dejan prestar el servicio por cierto tiempo, pueden ser dos días, simplemente cuando retome el servicio no recibirá viajes o solicitudes de reparto con la misma frecuencia.

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Manifestación de repartidores
Foto: Ximena Castilblanco.

¿Quiénes brindan el servicio?

En realidad hay personas de todo estrato social, por ejemplo Roberto Sánchez, vino desde Argentina para trabajar como jugador de futbol y estuvo en equipos como Saprissa, Limón y Puntarenas FC.

Posteriormente se graduó como sociólogo de la UCR y al no encontrar un empleo optó por brindar sus servicios a una de estas plataformas mientras encuentra un trabajo pero debido a las circunstancias en las mismas, ahora forma parte de la Unión Nacional de Trabajadores de Plataformas (UNTP) un sindicato debidamente constituido ante el Ministerio de Trabajo.

Adicional, aplicaciones como Glovo además de no pagar por hora, les cobra un monto que asciende a los ¢8 000 por tener acceso a la plataforma.

Repartidor Glovo
Imagen de carácter ilustrativo.

¿Una nueva trampa?

Según se enteró el equipo de El Guardián, la App de Glovo dejará de existir como tal a partir del próximo 23 de marzo y cambiará de nombre a «Pedidos listos ya» y según les indicaron sería para poder darles mayor cantidad de viajes y supuestos beneficios.

Por otro lado, a petición de la UNTP, el Ministerio de Trabajo inició un proceso de investigación para comprobar si realmente existe una relación laboral o si como expresan las plataformas, los repartidores son solo «socios colaboradores».

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El tema ha trascendido hasta la Asamblea Legislativa, donde la diputada Paola Vega aseguró que «Hasta que al fin el Ministerio de Trabajo puso los ojos en este tema. Enhorabuena. Espero que actúen como deben actuar», indicó la legisladora.

 

 

Redacción

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