¿Por qué nos cuesta tanto implementar cambios en nuestra vida?
(Por MSc. Jacqueline Pérez Navarro, para El Guardián) – Es fácil hablar sobre lo que queremos cambiar en nuestra vida, pero verdaderamente implementar cambios no es nada sencillo.
Sin embargo, si se puede. Las preguntas que debemos hacernos son ¿Qué puedo hacer para cambiar lo que quiero? ¿Por qué cuesta tanto pasar de las intenciones a los hechos? Pensamos en el cambio que se quiere hacer e incluso se decide, pero al final, nada de eso pasa ¿Por qué no lo hago?.
El hecho de llevar a cabo un cambio, tiene implícito un esfuerzo y eso a nuestra mente no le gusta. Al contrario, tendrá la tendencia de llevarte hacia lo conocido, ya que le genera menos esfuerzo y menos gasto de energía.
El compromiso es el primer paso. Ayuda a involucrarse y empezar a tomar acciones. Conocer las intenciones del cambio. En ocasiones parecen obvias las razones del porqué movernos hacia una dirección es conveniente, pero anotarlo en papel ayuda a dar más claridad, perspectiva, motivación y un mayor compromiso.
Otro punto importante es la escala de valores de cada persona. Juega un papel primordial, ya que los valores son las direcciones que guían la vida, por eso, ayudan a tomar decisiones de acuerdo con lo que es importante para cada persona.
¿Cuáles valores tienes en la vida?
Puede ser que este sea el punto donde se está fallando. Quizás no has definido los valores o los cambios que quieres o no estás tan alineados como creías con ellos.
Creencias que limitan.
Cuando se busca un cambio, en algunas ocasiones los impedimentos para el mismo pueden venir de las propias creencias limitadoras que están saboteando.
Algunos ejemplos: “Como he fracasado en otras ocasiones, si lo vuelvo a intentar fracasaré”, “no merezco el ascenso”, “no merezco a alguien como mi pareja”. “Fumar y beber es lo único que me da placer”, “no soy negativo, soy realista”, “esto es muy difícil para mí, es sólo para gente muy capacitada”, “no soy capaz de estar solo”, “no tengo tiempo”.
Por lo anterior es importante cuestionarnos las creencias, no darlas por ciertas, ser muy críticos ante ellas.
La motivación.
Cada persona se motiva de forma diferente, conocernos a nosotros mismos es de gran ayuda para entrenar la atención y dirigirla hacia lo que nos aporta el cambio positivo.
La confianza viene con la acción y la experiencia. Siempre tenga sus intenciones presentes, ya que habrá días que no estarás motivado.
Durante todo el camino en esa búsqueda del cambio deseado surgirán pensamientos negativos, inseguridades, algunas veces saldrán los planes y otras no… ¡No pasa nada! se trata de avanzar a pesar de las dificultades.
Sabemos que la repetición es la llave hacia el cambio. Repetir lo que se quiere cambiar una y otra vez se volverá más sencillo para el organismo y la mente. Si es necesario tener acompañamiento profesional no lo dudes, pedí la ayuda.
