Popularidad del Presidente Alvarado por el suelo
(Por Redacción ElGuardian.cr y el CIEP-UCR) – La valoración de la gestión del Presidente de la República, Carlos Alvarado, llega a su valor más bajo desde noviembre de 2018. Tras un repunte positivo el pasado abril, a principios de la pandemia, la percepción positiva se desvaneció y en agosto esta valoración pasó a un 26%; hoy esa valoración pasa a un 15% en contraste con un 66% de valoraciones negativas, las cuales aumentan entre los hombres de 35 a 54 años y los residentes de Puntarenas y Limón, esto tras un Estudio de Opinión Sociopolítica, realizado por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP-UCR).
Además, en esta oportunidad, el CIEP volvió a utilizar conexiones con VPN y extensiones telefónicas para realizar las encuestas de manera remota, por esto se agradece el apoyo del Centro de Informática de la UCR.
Entre los días 2 y 9 de noviembre se completaron 969 entrevistas a personas mayores de edad con una línea telefónica celular en las siete provincias del país. Utilizando un nivel de confianza del 95%, se calcula un margen de error de +- 3.1 puntos porcentuales.
Estas cifras son coherentes con la valoración de la gestión del gobierno en general, en donde este mes de noviembre dos terceras partes de la población la consideran como negativa; frente a un 15% que la valora positivamente.
Esta constituye la segunda peor de la serie, desde abril de 2013 durante el tercer año de la administración Chinchilla Miranda.
A pesar de esto, la valoración del trabajo del gobierno frente a la pandemia no ha disminuido en comparación a la última medición de agosto.
Las medidas en materia económica presentaron un aumento de 16 puntos porcentuales; sin embargo, esto no significa que las opiniones negativas hayan disminuido pues estas se mantienen constantes en comparación al pasado agosto.
En cuanto a las medidas sanitarias, estas se mantienen positivas con un 69% de la población clasificándolas como bien o muy bien, en contraste a un 17% que las evalúa mal o muy mal.
Pesimismo ante la situación del país y desempleo siguen preocupando a los costarricenses
Persiste el pesimismo sobre la situación económica del país, con un 87% de las personas considerando que es mala o muy mala, contra un 4.2% que la valora positivamente. Si bien son los valores más bajos de toda la serie, son coherentes con la negatividad que viene en aumento en cada informe.
Siguiendo la tendencia de agosto, el desempleo sigue siendo la principal preocupación de las personas costarricenses, con un 27.6% de la población mencionando este como el principal problema del país, seguido del costo de la vida y la situación económica (21.4%). Estos dos problemas se han mantenido desde el 2018 en las primeras posiciones. Le siguen la mala gestión del gobierno (13.1%) y el coronavirus (8.9%) que pasa de un primer y segundo lugar en abril y agosto; a una cuarta posición este noviembre.
Desde el inicio de la pandemia, en las encuestas de abril y agosto, se ha consultado sobre el impacto en el empleo de las personas encuestadas y sus núcleos familiares. En esta ocasión un 51% afirma no haber perdido su empleo, aumentado 4 puntos porcentuales en comparación con agosto. En cambio, el porcentaje de la población que ha visto su empleo afectado es de 50% en donde un 7% afirma que “sólo yo” he perdido el empleo, mientras que un 12% “yo y alguien de familia” y un 29% “alguien de mi familia”.
Resiste el apoyo a la democracia ante la situación política, económica y social del país
Mientras que el pasado abril el apoyo a la democracia se colocaba en los 76 puntos, utilizando una escala de 0 a 100, y en agosto regresó a los valores regulares de 65 puntos, este noviembre se encuentra en 63 puntos. En cuanto a la tolerancia política los datos se mantienen regulares, con 58 puntos en noviembre en contraste a 55 puntos el pasado abril; demostrando ambos índices no se ven afectados por la baja calificación del Gobierno.
Tomando en cuenta la situación del país, con cerca de 1.500 fallecimientos por Covid-19 y las protestas de distintos sectores, en esta ocasión el CIEP se cuestionó si el malestar ciudadano podría impactar negativamente los pilares de convivencia democrática al evaluar: si los perfiles de apoyo se han deteriorado como secuela de la pandemia; y en qué medida estos perfiles están propensos creen en teorías de conspiración y a tomar acciones políticas. Los perfiles que respaldan fuertemente las autoridades de gobierno y los más tolerantes de las diferencias sociales, aumentaron considerablemente en las últimas dos décadas y no hay indicios de que presenten una mayor disposición a creer teorías de conspiración, ni tampoco apoyan las acciones políticas directas tales como los bloqueos u organización de huelgas.
Esto quiere decir, que a pesar de la difícil coyuntura política la democracia costarricense presenta una reserva de legitimidad de bases sólidas, resistencia a las tempestades y una importante capacidad de resiliencia en tiempos extraordinarios.