Pedro Sánchez logra controvertido apoyo de Puigdemont para seguir en el poder en España
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, obtuvo el jueves el acuerdo del partido del independentista catalán Carles Puigdemont, indispensable para volver a ser investido como jefe del ejecutivo, a cambio de una polémica ley de amnistía que ha disparado la tensión en el país.
Pedro Sánchez logra controvertido apoyo de Puigdemont para seguir en el poder en España
Tras semanas de intensas negociaciones, el Partido Socialista de Sánchez y la formación de Puigdemont (Junts per Catalunya) firmaron su acuerdo en la mañana del jueves en Bruselas, donde huyó el líder independentista tras el fracaso de la tentativa de secesión de Cataluña en 2017, para esquivar a la justicia española.
Según estipula el pacto, los siete diputados de Junts, decisivos en un Parlamento muy fragmentado, votarán para reconducir al poder al socialista, con el que se mostraron muy críticos en los últimos años.
El debate y la votación de la nueva investidura de Sánchez debería ser la próxima semana, aún con margen antes del límite del 27 de noviembre cuando, si ningún candidato hubiera logrado una mayoría suficiente, se convocarían nuevas elecciones.
A cambio del apoyo de Junts, Sánchez aceptó su exigencia de impulsar una ley de amnistía para sus dirigentes y militantes procesados por la justicia española, principalmente por su implicación en la tentativa secesionista de hace seis años.
Referéndum, línea roja
Las dos formaciones se pusieron de acuerdo también para emprender conversaciones relativas a la cuestión del «reconocimiento nacional de Cataluña», precisa el acuerdo.
Durante esas negociaciones, el partido de Puigdemont ya avanzó que volverá a reclamar la organización de un referéndum de autodeterminación, una línea roja para el gobierno central.
Pese a reconocer el inicio de una «etapa inédita», impulsada para que «contribuya a la resolución del conflicto histórico entre Cataluña y España», Puigdemont advirtió que la estabilidad del próximo gobierno de Sánchez dependerá del avance de estas conversaciones.
«Sin acuerdos, sin cumplimiento [del acuerdo firmado el jueves], la legislatura no tiene ningún recorrido», subrayó desde Bruselas.
Poco antes había comparecido el negociador socialista, Santos Cerdán, quien aseguró que el pacto tenía como objetivo asegurar la «estabilidad» del gobierno durante cuatro años.
Apoyada también por la extrema izquierda y los partidos vascos, la ley de amnistía tendrá que ser aprobada por el Parlamento en cuanto Sánchez sea investido.
El texto, que debería abrir la puerta al regreso de Puigdemont a España, abarcará hechos ocurridos desde 2012, cuando arrancó la escalada separatista en Cataluña, precisó Cerdán.
Gracias al acuerdo con Junts, Sánchez parece muy cerca de lograr una nueva investidura después de haber revertido una situación que se le proyectaba muy adversa antes de las elecciones legislativas de julio, celebradas solo dos meses después de la debacle de la izquierda en los comicios locales.
En el poder desde 2018, el líder socialista resistió mejor de lo previsto ante su rival conservador Alberto Núñez Feijóo, cuyo Partido Popular (PP, derecha) ganó las elecciones, pero no consiguió después los votos suficientes de otras formaciones para ser investido.
Movilizaciones
Apoyado en el Parlamento por una parte de los independentistas, Sánchez ya indultó en 2021 a los nueve dirigentes separatistas condenados a prisión por su implicación en la intentona separatista y, al año siguiente, su mayoría reformó el Código Penal para suprimir el delito de sedición por el que fueron condenados.
Pero esta nueva concesión subió la tensión en el país.
La derecha y la extrema derecha acusan al socialista, contrario en el pasado a una amnistía, de estar dispuesto a todo para mantenerse en el poder.
Numerosas manifestaciones se convocaron contra la medida, y las últimas movilizaciones de la extrema derecha frente a la sede del Partido Socialista en Madrid terminaron en enfrentamientos con la policía, unas imágenes de violencia poco frecuentes en España.
Con consignas como «Puigdemont, a prisión», unos 8.000 manifestantes, según la delegación del gobierno, se volvieron a concentrar el jueves en Madrid en una protesta en la que hubo nuevamente cargas en el tramo final.
«España ha perdido, los independentistas están ganando», gracias a su «chantaje», lanzó tras conocer el pacto Alberto Núñez Feijóo, cuyo Partido Popular ha convocado nuevas movilizaciones para este domingo.
El jefe de la ultraderechista Vox, Santiago Abascal, apeló de su lado a la «resistencia civil, pacífica, pero firme» ante el comienzo de «un periodo negro».
Varias asociaciones judiciales mostraron también su rechazo a partes del acuerdo, en concreto las que hacen referencia al «lawfare o judicialización de la política» ya que, según denuncian, pueden suponer una «intromisión en la independencia judicial». Fuente AFP