¿Medios corporativos e intereses ocultos?
Editorial
¿Medios corporativos e intereses ocultos?. La voluntad del Soberano se refleja cada lejanos 4 años en la única elección directa que tenemos: La figura presidencial. Eso significa que el soberano interpreta que elegir al Mandatario es depositar en su figura el encargo de arreglar las cosas.
MEDIOS CORPORATIVOS Y QUÉ HAY DETRÁS
En el último caso el Presidente electo resultó ser Rodrigo Chaves Robles, un outsourcing venido desde afuera con años de labor en el Banco Mundial, acogido por el PAC en primera instancia, pero despreciado por Carlos Alvarado a pocos días de su designación como Ministro de Hacienda.
La última encuesta de opinión de la empresa Opol Consultores sobre la figura del Presidente, reflejó un apoyo del 62,4% de los 1400 consultados. La encuesta de Setiembre del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) señalaba que el apoyo era del 54% y un 27% de rechazo.
Los números no mienten, parafraseando la frase del mismo mandatario “Dato mata mentira”, y es evidente el apoyo al Presidente Chaves, entonces ese apoyo debería verse reflejado en los contenidos ofrecidos por todos los medios de comunicación.
Eso incluiría cobertura de conferencias de prensa, divulgación de proyectos, y cobertura de inauguración de obra pública, pero un sector de la prensa tradicional o corporativa renunció a darle espacio a esos materiales y presentar su agenda noticiosa para complacer al 27% de los opuestos a la gestión de Rodrigo Chaves.
En términos simples, la agenda de esos medios va contra la voluntad del soberano expresado en las urnas y reafirmado en las últimas encuestas de opinión. Y ojo, sabemos de muy buena fuente que hay un periódico que publica absolutamente apegado al algoritmo de medición de intereses de la opinión pública; cuando toca el tema del Mandatario, sí usa su nombre para engañar y atrapar a los pocos lectores que les quedan y a sus internautas en el mundo digital, pero el fondo es totalmente en contra de la gestión presidencial.
Todos los medios tenemos derecho a la Libertad de Prensa, que es ni más ni menos publicar lo que al dueño del medio le parezca, y eso es indiscutible, pero en un mundo en competencia de un mercado tan reducido ¿tiene sentido ir contra corriente?.
¿Qué intereses representan esos medios corporativos? ¿Juegan con la controversia de atraer al pez con el cebo de la figura presidencial para cocinarlo después en su salsa?
A pesar de que Pilar Cisneros ha retado públicamente a un debate a dos Directores de dos medios corporativos, éstos han rechazado la oportunidad de confrontarlos frente a frente y prefieren el juego de guerra de guerrillas.
Tampoco van los miércoles a la conferencia de prensa bajo el argumento de sufrir maltrato presidencial a la hora de preguntar. Entonces claramente tienen una agenda propia para complacer al 27% del electorado así como a intereses ocultos y atraer con trucos a los restantes que si apoyan la gestión presidencial, quienes ingenuamente caen en la trampa de pelear con ellos en redes sociales o hacerles tránsito a sus contenidos para darles números que ellos usan para reclamar pauta publicitaria.
Efectivamente el ciudadano costarricense es ingenuo, solo un grupo detectó el truco y decidió no consumir sus contenidos del todo por ir contra los intereses de la mayoría, que en una encuesta sí y en otra también apoyan al Presidente Rodrigo Chaves.
Los medios no somos agentes políticos, a pesar de tener la opción a través de la línea editorial de mostrar simpatía u odio por un proyecto político equis, como pasaba antes con nación y el PLN. Nuestro deber es utilizar los diferentes instrumentos de prensa para presentarlos ante el internauta o lector. Sea informar con artículos de prensa; analizar con artículos de opinión o reportajes; o criticar o alabar en el editorial.
El problema es presentar contenido informativo desequilibrado para distorsionar la actualidad, y eliminar el fairness como punto de equilibrio. De hecho el principal reclamo de las entidades públicas es que los medios corporativos publican sin consultarles y después les piden sus declaraciones, cuando se las piden.
La estrategia de esos medios corporativos es publicar todos los días información desequilibrada para provocar desde su púlpito pérdida de confianza de la opinión pública, y en eso han fallado porque la figura presidencial no baja, más bien aumenta o se mantiene.
No hay forma de controlar su gestión porque primero sus directores no están colegiados a pesar de la exigencia legal, además están alcahueteados por los encargados del gremio que no les exigen. Lo cual los exime de cumplir el código de ética. Cualquier reclamo señalan que es violentar su derecho a la Prensa Libre. Y vía legal tienen poderosos aliados en el Poder Judicial al cual defienden a capa y espada a pesar de que sus resultados son desfavorables.
¿Pero qué ganan al ir contra corriente de forma desequilibrada? Porque una cosa es darle cobertura a los productos del ejecutivo, y otra cosa es complicidad con actos contrarios a ley de parte del ejecutivo. Eso jamás debe ocultarse.
Todo es sencillo al revisar el pasado cercano. En las pasadas administraciones recibieron miles de millones en publicidad estatal, les alcahuetearon las ridículas sumas pagadas por concesiones de radio y tv, e incluso en el caso de Carlos Alvarado y grupo nación llegaron a establecer un trato para llevar el tren hasta el parque viva, como lo publicó en su oportunidad crhoy que pasó de ser su gran enemigo comercial a su socio en esta administración. ¿Lloran porque dejaron de ser beneficiarios del poder, y ahora les toca hacer fila como cualquier hijo de vecino? . Una empresa llegó a vender su frecuencia de cable y telefonía sin pagarle casi nada o nada al Estado costarricense. El Gobierno de turno guardó silencio cómplice.
El descaro era tal que al actual presidente legislativo le colocaron en su edificio un sistema electrónico único, utilizando cuadrillas enteras y pagos millonarios en materiales para complacer un asunto de carácter político como quedo claro en correos internos del ICE. Era el reino de la impunidad.
Ahora un medio de comunicación como diario extra opera en la sala de redacción de nación. Impensable en el pasado por ser medios de naturalezas editoriales incompatibles.
Se presentan como salvadores con unos video clic de Juanito Mora, cambian levemente su línea gráfica, pero acaso ¿extra cambió de mentalidad?
Recordemos que el diario extra era esencialmente el principal medio de los costarricenses, pues su manutención era casi en su totalidad venta al pregón, hoy no.
Entonces si ya No es el Tico de a pie el que financia el medio con la compra del periódico: ¿Quién y cómo se financia una planilla grande, equipos tecnológicos de primera, y el costo operativo diario? ¿Cómo la mujer que odiaba ese medio de comunicación y bailó en la redacción cuando ganó Luis Guillermo Solís, hoy forma parte del Consejo Editorial?
Por eso volvemos a la raíz. ¿Qué intereses ocultos representan medios corporativos? La respuesta cada quien la debe comprender. Lo cierto es que ignorar el apoyo presidencial, y censurar sus contenidos, no parece corresponder a la tarea de un medio en equilibrio, solo para dar paso a la crítica de una oposición legislativa raquítica, o analistas coloreados. Tampoco el aplaudirlo a dos manos, pero la crítica debe ser real y no inventada.
Al final de las cansadas, usted ya está grande y come de todo.