Más familias estrenan casita en esta navidad
Este martes 22 de diciembre se entregaron las primeras 76 viviendas del proyecto Residencial Valle Azul, en La Guácima de Alajuela, bajo la modalidad de comodato, figura legal que permite a las familias residir en sus viviendas hasta el otorgamiento de la escritura.
Mediante el programa de bono de segunda planta, el Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI) financió por ¢2.603,5 millones, la construcción del complejo, el cual consta de 51 módulos de dos pisos (102 casas) para familias en extrema necesidad de esta comunidad alajuelense.
La entrega de los comodatos estuvo a cargo de representantes legales de Grupo Mutual, la entidad financiera autorizada.
La ministra de Vivienda y Asentamientos Humano (MIVAH), Irene Campos, destacó el trabajo comprometido que se ha realizado en este y otros proyectos, para poder entregar casa a las familias.
“Se ha realizado una ardua labor de coordinación entre muchas instituciones para ver los resultados que tenemos hasta el momento. Un sincero agradecimiento a quienes han dado la milla extra para destrabar procesos y agilizar trámites, de manera que podamos llenar de alegría los corazones de tantas personas hoy”, dijo la jerarca.
“Nuestro sueño de tener casa propia es ya una realidad y en la época más bella del año. Tener casa en Navidad es una bendición”, comentó Jerika Aguilar Vega, presidenta de la Asociación del Proyecto Valle Azul, al referirse a la labor realizada por la agrupación durante varios años en pro de sus viviendas, así como de las diferentes instituciones involucradas.
“A nivel individual estoy feliz por lograr una casa para mis hijos y otra para mis padres. A nivel grupal, enorme satisfacción pues el trabajo dio sus frutos para muchas familias muy necesitadas”, detalló, reconociendo el respaldo institucional.
Aprovechamiento del terreno. El gerente general del Banhvi, Dagoberto Hidalgo, manifestó que el modelo constructivo empleado en Valle Azul permite aprovechar el terreno disponible, al ubicar más familias por metro cuadrado.
“Sabemos que cada vez es más difícil encontrar tierra disponible y adecuada para vivienda. Por eso, construir en altura, nos ayuda a beneficiar a más familias y a la vez reducir la huella de carbono. El sector vivienda de interés social se va sumando a esta tendencia ya que la población crece y el espacio para construir es caro y difícil de ubicar”, acotó Hidalgo.
El residencial comprende edificaciones de dos pisos de altura, con un modelo de viviendas bifamiliares –una vivienda sobre otra– ocupadas por dos familias diferentes, con lazos de hasta tercer grado de consanguinidad.
Los módulos fueron construidos con bloques de concreto (mampostería), con algunos cerramientos en sistema liviano. Por las características de las familias, se presentan viviendas de dos y tres dormitorios, con adecuaciones para personas con discapacidad y adultos mayores, los cuales fueron ubicados en la planta baja, sin excepción.
El residencial cuenta con dos áreas de juegos infantiles, un parque y dos lotes de facilidades comunales.