Más de 3 mil ticas inscritas en página de «Sugar daddies»
1er lugar Centroamericano
Los términos «Sugar daddy» y «Sugar baby» han tomado popularidad en nuestros días, por lo que investigamos acerca del interés para algunas ticas en cuanto éste tipo de opción.
Para iniciar el proceso, creamos una cuenta falsa en seeking.com una plataforma digital enfocada tanto para buscar una «Sugar baby», como para ofrecerse como «Sugar daddy».
Al crear la cuenta nos inscribimos como un hombre que desea adquirir los servicios de una mujer por medio de esta plataforma.
No se necesita más que un correo electrónico para crear la cuenta, además de un pseudónimo, posteriormente el hombre puede dar datos como:
- Capital que posee.
- Ingresos mensuales.
- Lo que busca de una chica, entre otros datos.
¿Qué es un «Sugar baby y un Sugar Daddy»?
Consultamos con los sociólogos José Carlos Chinchilla y Abelardo Morales de la Universidad Nacional (UNA) acerca del tema, para conocer sus puntos de vista como profesionales al respecto.
Para Morales, más allá de un tema conceptual individualizado se trata de «una relación de poder», liderada por un hombre o mujer con fuertes ingresos económicos.
El «Sugar Daddy» entra a una red de servicios sexuales a cambio de las gratificaciones que el mismo implica.
A pesar de ello la plataforma define una Sugar baby como:
«En pocas palabras, una Sugar Baby es una persona en una relación que recibe mentoría, apoyo monetario, así como obsequios u otros beneficios (o recursos) por participar en dicha relación», Seeking.com.
En nuestra búsqueda nos dimos cuenta que hay ticas desde los 18 hasta los 71 años de edad , casadas, solteras, viudas y divorciadas.
¿Por qué un hombre se vale de su dinero para atraer a una mujer con ciertas características, hay algo de inseguridad o narcisismo en el asunto?
Para el sociólogo José Carlos Chinchilla, no se trata de un tema de narcicismo ni de inseguridad.
«Es un tema de abuso del dinero que se tiene y de la necesidad de la otra persona, más bien corresponde a la idea de que con dinero se puede comprar todo, hasta una persona de alguna manera.
Es importante señalar que una persona puede darle dinero y darle bienes a otra persona, pero no a cambio de alguna relación de intimidad o de algún beneficio que pueda ir de manera contraria a valores éticos de integridad humana.
Estas personas utilizan el dinero como cuando compran un carro, una avioneta o un barco, ahora lo que compran es un tiempo de una persona que necesita de recursos para cumplir una meta», concluyó.
Los hombres que buscan los servicios de una chica en esta página, pueden escoger las características físicas como:
- Etnia
- Estatura
- Color de cabello
- Hijos
- Nivel educativo, idiomas
- Estado civil, entre otras.
Las aspirantes
Como lo informamos, según la plataforma seeking.com las ticas ocupan el primer lugar centroamericano en cantidad de mujeres que ofrecen sus servicios como «Sugar baby».
No obstante, debe tomarse en cuenta que al igual que en el resto de las redes sociales, hay quienes crean cuentas falsas como lo hicimos para realizar la investigación o bien, sólo por curiosidad.
Así estaba la inscripción de chicas en el momento previo al cierre de la nota:
País | Cantidad de cuentas creadas de mujeres. |
Costa Rica | 3327 |
Panamá | 2235 |
Guatemala | 1372 |
El Salvador | 1330 |
Nicaragua | 755 |
Honduras | 295 |
Fuente: seeking.com
Por otro lado, en el mercado existen otras plataformas que también se dedican a hacer éste tipo de conexiones.
Otro dato que llama la atención, es que para hacer o enviar un comentario o buscar contacto con alguna de las aspirantes, el interesado debe pagar entre $99 a $249 pues debe adquirir una membresía.
Sin embargo se puede crear una cuenta gratuita que le permite ver las chicas y algunas fotografías, excepto las que entran en la categoría de «privadas», ya que para esas se debe pagar.
Consultamos a los especialistas acerca de los altos niveles de incidencia de las ticas por ofrecer sus servicios en dicha plataforma, así como si consideran existe un cambio en la mentalidad de las ticas.
Según Abelardo Morales, no se trata de un cambio de mentalidad «no son las mujeres las que han cambiado, es la sociedad, por lo tanto, ha reconfigurado muchos espacios de acción, se trata de una nueva división del trabajo, una nueva diversificación de la sociedad.
¿Por qué Costa Rica ocupa el primer lugar?
Según Morales, tiene que ver con el hecho de que Costa Rica es una de las economías y las sociedades más vinculadas a la globalización.
Posiblemente también tiene que ver con el impacto que tiene el turismo en el desarrollo económico, en la reconfiguración de la sociedad costarricense.
En éste país hay una oferta reconocida de servicios sexuales de mayor amplitud que en el resto de Centroamérica y no es extraño que ese tipo de comercio del placer tenga la importancia que tenga en nuestro país» concluyó.
¿El fin justifica los medios?
Le consultamos a Chinchilla acerca de la incidencia de aspirantes en la plataforma con apenas 18 años de edad.
«Posiblemente han sido impactadas por la idea de logro y de éxito, en Costa Rica se valora mucho lo que llamamos una persona exitosa y a veces no consideramos el cómo se llega ahí.
Esta es una sociedad que mide a la persona por lo que tiene no por los medios utilizó para llegar a él».
Otro detalle consideró Chinchilla de cara al alto nivel de incidencia que le mencionamos, es que en jóvenes de 18 años es que en éstas edades » son mucho más permeables por las demandas de la sociedad al logro y al éxito».
Consideró que «probablemente tengan menos recursos de orden valorativo que les sirva de contención para no caer en la vida fácil».
Ambos especialistas coincidieron en que hay mujeres que se dedican a estas actividades por necesidad económica, así como por alcanzar sus sueños, para los cuales no tienen ingresos económicos para solventarlos.
Otro punto que aseguran es que no se trata expresamente de prostitución, sino una opción más del mercado sexual, ya que las «Sugar babies» no se dedican únicamente a esa función.
Muchas de ellas estudian, trabajan, realizan otro tipo de actividades, se trata de un ingreso adicional en su mayoría.
Al igual que los «Sugar daddies», las aspirantes pagan por tener mayor visibilidad en la plataforma. Respecto a estos millonarios, en Costa Rica únicamente encontramos a dos y ninguno de ellos es costarricense.