Magistrado señalado se defiende

Y señala que demandará por difamación

(Por *Luis Porfirio Sánchez) – En los últimos seis días, justo en la víspera de la discusión de mi reelección para seguir en el cargo de magistrado titular de la Corte Suprema de Justicia, he sido víctima de una serie de graves y perversos ataques que afectan mi dignidad y la de mi familia.

Magistrado señalado se defiende

Una funcionaria judicial, Silvia Arce Meneses aliada a un litigante llamado Mario Rucavado me acusa de haber cometido un acto obsceno en su contra hace 24 años, del que no existió denuncia en su momento queja, ni, desde luego, ningún proceso, ni sanción, ni imputación de cargos, ¡nada porque lo que dice es falso!

Ahora, más de dos décadas después, me veo obligado a rechazar de forma categórica tal escarnio público. Soy un hombre de familia, esposo, padre de 2 hijos, dedicado a mi labor profesional de una forma proba y transparente. La conducta que me inventa la funcionaria no es compatible con mis valores; mi intachable trayectoria laboral y profesional son prueba de ello.

Quiero ser enfático: en mi carrera judicial nunca he recibido denuncias de esa naturaleza, ni cuando me sometí al proceso de elección de magistrado, hace ocho años, ni en ningún otro momento. Nunca se me ha abierto un proceso, aplicado sanción o cuestionado por actos semejantes.

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Continuaré con la frente en alto confiando primero en la justicia y segundo en la racionalidad de las personas que por una u otra razón analizan este caso.

Las evidencias que presento y mi labor profesional harán caer esas acusaciones falsas y ofensivas, que no solo pretenden manchar mi buen nombre, sino dañar la institucionalidad costarricense.

Doy la cara porque soy inocente, de lo contrario sería hacer el juego a una campaña sucia y artera, además, abriría el portillo para que el día de mañana se irrespete para cualquier otra persona la presunción de inocencia, el debido proceso y la dignidad humana.

En defensa de mi honor y el de mi familia, la mañana de este martes presenté en los Tribunales de Justicia una querella por difamación contra las personas referidas, para que los ciudadanos comprendan que no se puede dañar impunemente el honor y la dignidad.

Confío en la Verdad y en la Justicia y estoy convencido que ambas prevalecerán con la ayuda de Dios.

*Magistrado de la Sala Segunda.

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