Las 10 claves que toda persona con diabetes debe saber para comenzar con el ejercicio

El doctor Javier Calvo Marín es médico endocrinólogo especializado en diabetes y es deportista por lo tanto sabe la importancia del ejercicio físico para el bienestar, y las barreras para comenzar a hacerlo, sobre todo para las personas con diabetes, cuyo control de la enfermedad está la buena alimentación, el apego a los medicamentos y el ejercicio.

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Ese equilibrio entre ejercicio, alimentación y medicamentos no siempre se logra desde el diagnóstico reciente de la enfermedad, porque muchas personas llegan a la edad madura sin haber tenido una experiencia plena de la importancia del deporte en su vida; sin embargo, el diagnóstico de diabetes es una excelente razón para hacerlo, afirma el médico.

Incluso señala que se puede comenzar en cualquier etapa de la enfermedad y en cualquier etapa de la vida, aunque es necesario hacer para eso un abordaje integral y encontrar el ejercicio adecuado, en el momento oportuno y bajo las condiciones requeridas.

El médico es uno de los especialistas que dan charlas sobre la importancia del ejercicio para la salud en el canal de YouTube del área de Deporte de Recreación de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), donde pueden encontrar charlas informativas y también programas de ejercicios para hacer en la casa.

Además de saber qué hacer y cómo hacerlo las personas deben conocer el porqué es necesario y la mejor manera para efectuarlo si existe el diagnóstico de diabetes. Esto facilita el enganche al ejercicio y da sentido al esfuerzo que se hace mientras se aprenden las rutinas y el hábito queda instalado en la persona, asegura el médico con firmeza y entusiasmo porque sus pacientes con mayor bienestar han pasado por ese proceso.

La charla del doctor Javier Calvo expone 10 puntos clave que las personas con diabetes deben tener en cuenta para comenzar un plan de ejercicios.

Un resumen de las ideas básicas sobre lo que debe saber una persona con diabetes para comenzar a hacer ejercicios es el siguiente:

1- Solo uno de cada cuatro personas con diabetes en el país hace 150 minutos de ejercicio a la semana. Según el médico esto es lamentable porque los beneficios del movimiento para la enfermedad son muchísimos y, según los estudios de la literatura médica, todo paciente puede hacer ejercicio de acuerdo a su condición, aunque tenga hipertensión, aunque haya tenido un ataque cardiaco previo, aunque haya sido amputado y también puede comenzar, aunque nunca haya hecho ejercicio en la vida. La clave, es comenzar por lo más fácil y seguir escalando hacia lo más difícil, pasando por conocer cuál es el tipo de ejercicio adecuado para la etapa de la enfermedad y el objetivo que tenga.

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2- El ejercicio en la persona con diabetes debe ser organizado. Es importante apartar un tiempo especialmente dedicado a su práctica y no solo pensar que el “corre, corre” del día es suficiente, pues su ejecución debe ser con un esfuerzo moderado y/o vigoroso. Si usted resta a 220 su edad, el resultado le dirá la frecuencia cardiaca máxima, y con base en eso se pueden calcular porcentajes para las distintas actividades y esfuerzos del ejercicio. Además, debe procurar dos objetivos básicos: perder grasa y ganar músculo. Esto significa moverse más para quemar grasa y moverse con peso para ganar músculo. Una persona, por ejemplo, podría seguir pesando lo mismo, pero haber ganado músculo y haber perdido grasa, lo cual sería de gran beneficio, aunque tenga el mismo peso.

3- Los ejercicios pueden ser de varios tipos según los objetivos: aeróbicos (para que el corazón se mueva) resistencia (para ganar masa muscular), combinados, de flexibilidad y balance (para tener buen equilibrio y flexibilidad). Cada uno de ellos es importante y es posible que al final la persona intente hacer un poco de todos para tener los beneficios globales en términos de su salud. Lo importante es comenzar y continuar avanzado. El proceso es gradual, se comienza por poco y lo simple, luego se avanza a mayor duración y a mayor complejidad.

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4- Uno de los temores cuando la persona va a comenzar a hacer ejercicios es la presencia de un “bajonazo”. Algunos medicamentos tienen la función de reducir “el azúcar” del cuerpo y su efecto es por picos de mayor acción, por lo que definir un horario para el ejercicio es un elemento crucial. Por lo tanto, es bueno saber cuál es la ola del medicamento para saber el momento ideal para hacer el ejercicio porque si lo hace cuando el medicamento está en uno de los picos de las olas puede tener un “bajonazo” peligroso, por ejemplo, de 70 mg/dL o menos y eso le llevaría a sentir sudoración excesiva, palpitaciones, temblores, intranquilidad y si se agudiza puede incluso perder el estado de conciencia y desvanecerse. Por ejemplo, la insulina NPH, llamada lechosa, tarda alrededor de cinco horas en llegar a su efecto más fuerte; por lo tanto, la idea es hacer ejercicio al principio y al final de ese periodo, donde el efecto de reducir el valor de glicemia es menos intenso. Quizás el médico le recomiende tomar una merienda rápida antes del ejercicio y luego tomar el medicamento, por ejemplo. La insulina R, es de efecto rápido, puede llegar a su efecto más alto en dos horas, y en este caso el cuidado es merendar antes del ejercicio, ajustar la dosis de ser necesario y estar muy pendiente de los valores de azúcar en las siguientes horas.

5- Otros medicamentos también pueden provocar un bajonazo en combinación con el ejercicio. La glibenclamida es un ejemplo de eso.

6- Si la persona va a un gimnasio puede explicarle al instructor su condición y preparar cierta información relevante.  Inidcar qué tipo de diabetes tiene –puede ser tipo 1 o tipo 2-, explicar desde cuándo tiene la enfermedad, llevar un examen de la hemoglobina glicosilada (que evalúa el azúcar en la sangre en los últimos tres meses) y una lista del tratamiento en uso. De esa manera él le ayudará a organizar un plan de ejercicios con todos los cuidados necesarios.

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7- Todas las personas con diabetes pueden hacer ejercicio adecuado para su condición. Incluso los que han tenido un infarto, tienen neuropatías (esto es que no sienten el dolor en los pies, por ejemplo), los que han sido amputados y usan prótesis y los deportistas de alto rendimiento. La diabetes es una condición que bien manejada permite llevar una adecuada calidad de vida y con menor frecuencia de complicaciones. En este escenario es donde el ejercicio se convierte no solo en un apoyo, sino que es parte del tratamiento para tener el control ideal.

8- La persona con diabetes necesita hacer ejercicio programado, salvo indicación médica, pero necesita un esquema y un orden para evitar una lesión o una descompensación. Es importante recordar que, al comienzo, esto parece complicado, pero conforme se vaya practicando se acumularán minutos y se sumarán deseos de incrementar en intensidad y duración, ante el beneficio tangible en el organismo.

9- Las personas que alcanzan a hacer una rutina de ejercicios pueden bajar las dosis de los medicamentos usados para el control de la enfermedad, se sienten con más energía y notan gran capacidad física como fuerza y equilibrio y eso también impacta positivamente la confianza en sí mismo y su estado de ánimo general.

10- Cada rutina de ejercicios debe ser individualizada para las condiciones, capacidades y limitaciones de la persona.

La subárea Deporte y Recreación de la CCSS tiene como objetivo de fortalecer estilos de vida saludable, busca en los conversatorios unir el conocimiento científico médico con la práctica constante del ejercicio y actividad física.  Fuente: CCSS

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