La Vergüenza del Presidente, lo tiene escondido
(Editorial) Carlos Alvarado Quesada hizo historia al convertirse en el Presidente más joven de Costa Rica, arrollar con un millón trescientos mil votos, y después espiar al pueblo que lo apoyó.
La Ministra de Comunicación Nancy Marín hace aguas, su barco emocional se hunde por defender a su amigo, confidente, y Jefe. Cuándo la interpelaron en rueda de prensa denotó hartazgo.
Y éramos muchos y renuncia Juan Alfaro por denunciar que la UPAD usó su nombre en un documento ante la SUGEF para husmear en el historial crediticio parece ser el torpedo definitivo.
Carlos Alvarado no da la cara, su agenda dice una y otra vez «Agenda en su Despacho»; encerrado de él mismo, intentando huir de su vergüenza.
Él mismo se condenó cuando aseguró que el primer acto de corrupción es aspirar a un puesto para el cual no se está capacitado, y sus actos parecen reprocharle no estar capacitado.
Su primer y más importante obligación es respetar la Constitución Política, pero permitió flagrantemente violar el artículo 24. Es más lo alcahueteó al firmar un Decreto Ejecutivo que dió pie a la legitimación del Espionaje en Costa Rica.
¿Debe ir a la cárcel?, vamos a ver qué dice la Fiscalía, lo cierto es que él se sabe cómplice o el Papá de la criatura, por eso no sale, no da la cara, tiene vergüenza.
Esa prisión, la vergüenza, es la misma que padecieron Rafael Ángel Calderón, y Miguel Ángel Rodríguez, quien justamente lo asesora.
Incluso, la estrategia de inundar la retina de los incautos con la presencia de Claudia Dobles disminuyó.
En la calle, los malpensados dicen que el plan era espiar con la UPAD para manipular al electorado, usando el clientelismo político para ascenderla de Primera Dama a Presidenta.
La Asamblea Legislativa lo cree, y aseguraron tras la interpelación de Víctor Morales Mora, que todo en la UPAD tenía fines electorales.
Carlos Alvarado irá a un juicio de Salem legislativo donde el será la bruja lista para la hoguera.
Mientras tanto, el Presidente se esconde de la cruel metralla de los medios responsables de llevarlo a la silla Presidencial por ser el menos malo.
En plena crisis, prácticamente hicieron bajada del avión a la Vicepresidenta Epsy Campbell cuando el día del allanamiento «iba huyendo»(sarcasmo) a cumplir su papel de representación para el traspaso de poderes en Uruguay.
Carlos Alvarado está sólo, sus socios de la UCCAEP se alejaron silenciosamente y nadie se atrevió apoyar a la UPAD públicamente.
Su Vicepresidente Marvin Rodríguez sigue en su papel de cero a la izquierda, tampoco ha salido a decir «¡Salud, señor Presidente!».
El Rey Lear tico sufre tras sentirse traicionado por sus propias hijas; La soberbia, la torpeza, y la insensatez.
Desde su castillo imaginario en redes sociales intenta defenderse, mientras sus aún hipnotizados seguidores siguen jurando la inocencia del Presidente Carajillo.
Quien sabe, tal vez su soledad permita descubrir que de un día para otro el millón de amigos lo pueden dejar solo a uno, porque nadie quiere ser espiado en su propia casa.