Hipopótamo se traga vivo a un niño de 2 años y después lo escupió
El suceso ocurrió en la ciudad de kasese, en Uganda, África. Un hipopótamo agarró por la cabeza a un niño, se tragó la mitad de su cuerpo y luego lo escupió vivo. El menor solamente sufrió lesiones leves.
Hipopótamo se traga vivo a un niño de 2 años y después lo escupió
El niño, de 2 años de edad, estaba jugando en su casa cuando fue atacado por el animal. Milagrosamente, el menor no se convirtió en la comida de hipopótamo.
Un hombre, que fue identificado como Chrispas Bagonza, presenció el angustiante momento y comenzó a tirarle piedras al hipopótamo. La reacción del animal fue escupir al niño.
La Policía ugandesa informó que el hipopótamo había salido de un lago y se dirigió a la vivienda donde estaba el menor, que está situada a unos 800 metros de distancia.
El niño fue llevado de inmediato a una clínica donde recibió atención por lesiones que tenía en una de sus manos. Luego fue traslado a un hospital, donde fue vacunado contra la rabia y fue dado de alta.
Chrispas Bagonza, junto con otros lugareños, fue testigo y trató de salvar la vida del pequeño lanzando piedras al enorme hipopótamo y haciendo sonar las alarmas de la localidad. Ante los golpes y el ruido, el mamífero acabó escupiendo al niño. Fue, sin duda, un auténtico milagro.
Una vez liberado y a salvo, el menor fue trasladado a una clínica cercana y posteriormente al hospital de Bwera, cerca de la la frontera con la República Democrática del Congo, para recibir tratamiento médico por las heridas sufridas en el ataque. Se le administró la vacuna contra la rabia y ya se encuentra con sus padres.
«Se trata del primer incidente de este tipo en el que un hipopótamo se aleja del lago Edward y ataca a un niño pequeño», ha declarado la policía ugandesa en un comunicado.
En este sentido, han recordado a los padres de las localidades cercanas a lagos que cocodrilos e hipopótamos pueden aparecer en cualquier momento y atacar: «Queremos recordar a todos los residentes del municipio de Katwe Kabatoro, situado dentro del Parque Nacional Queen Elizabeth, que permanezcan vigilantes y alerten siempre a los guardas sobre los animales que se hayan adentrado en sus zonas». Fuente: La Vanguardia.
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