Esteban Valerio, el Guerrero que alzó su Copa Mundial
Esteban Valerio Guerrero es un joven de 11 años que aprovechó la fiebre del Catar 2022 para comenzar con un emprendimiento de venta de trofeos mundialistas en 3D. Así lo conoció El Guardián, pero descubrimos que detrás de cada impresión 3D, hay una historia de superación, resiliencia y de apoyo familiar ante la dura noticia de un cáncer en su ojo izquierdo.
Esteban Valerio, el Guerrero que alzó su Copa Mundial
Esteban Valerio Guerrero es un joven de 11 años que vive con sus padres Michael Valerio y Cecilia Guerrero en San José de la Montaña, Heredia. A la edad de 10 años, luego de una revisión de rutina, tuvo la dura noticia de que se le había detectado algo en su ojo izquierdo, que luego de análisis dio el resultado de un Retinoblastoma.
Según el portal de la Clínica Mayo, el retinoblastoma es un cáncer del ojo que comienza en la retina, el recubrimiento fotosensible de la parte interior del ojo. Este afecta con mayor frecuencia a los niños pequeños, pero en raras ocasiones puede afectar a los adultos y presentarse en uno o ambos ojos.
«Mi papá fue el que empezó con el tipo de impresora y ya me metió la fiebre. Empecé y hacíamos cosas, buscamos, vemos eso y nos gustó, porque era lo del mundial y lo empezamos a hacer y ahí está (enseña una Copa impresa)» comentó Esteban Valerio Guerrero.
El proceso de la impresión en 3D tiene sus «mañas» y tiempos de impresión. Por ejemplo, hay páginas en las que se pueden descargar machotes para los diseños.
«Si usted quiere el Messi o las copas, entra a una aplicación donde uno busca y descarga, por ejemplo, la copa y ahí uno la descarga. También hay para comprar, el Messi fue comprarlo solo una vez y ya la tiene para imprimir. Hay aplicaciones en las que uno diseña, a mí me cuesta diseñar, pero después uno ya la agarra el toque porque son varios programas para, ejemplo los llaveros personalizados, el nombre y ese tipo de cosas, por ejemplo» indica el joven Esteban.
«Por ejemplo, una copa más pequeñita (como la de los llaveros), se dura dos horas imprimiendo, sale en blanco, sin color y, ya que sale, la pintamos y le pagamos las cadenitas y ya queda. Una mediana duró 5 horas imprimiéndose y está la más grande, duro como 8 horas imprimiéndose, igual sale en blanco y se pintan. Messi duró casi todo el día (risas)» advirtió Esteban.
«Hasta el nombre nos costó asimilar, recordamos la fecha perfectamente»
Cecilia Guerrero, madre de Esteban, comentó su vivencia con el diagnóstico de su hijo, cuando tenía tan solo 10 años y el cambio de perspectiva al enterarse de que un hijo tiene cáncer.
«Esteban es un niño muy inteligente, es un niño que aparte de la perspicacia y todo lo que lleva la niñez, a los 10 años él fue diagnosticado de un cáncer que se llama Retinoblastoma, de hecho fue la primera vez que lo escuchamos y hasta el nombre nos cuesta asimilar» aseguró la madre de Esteban.
«Recordamos la fecha perfectamente, un lunes 21 de marzo en un chequeo normal donde se nos informa que probablemente él va a perder su ojo, que probablemente va a necesitar quimioterapia y radioterapia y que el cáncer está tan avanzado que no hay opción que él reciba quimioterapia para poder evitar que él pierde su ojo izquierdo y que inmediatamente tenemos que trasladarnos al Hospital de Niños para coordinar la cirugía el lunes siguiente» explicó Cecilia Guerrero.
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«Fue un momento devastador para nosotros como padres estamos delante de él cuando recibimos la noticia y no tuvimos contención para ayudarlo a él, como padres estamos devastados y dentro de él surgían preguntas: ¿Mamá, por qué a mí? ¿Por qué este cáncer si no es común en mí? (por la edad que tiene, sale del marco de referencia) ¿Por qué yo mamá?», advirtió Cecilia Guerrero, madre de Esteban Valerio.
Luego del procedimiento quirúrgico, Esteban estaba libre del Cáncer, que no había atacado, hecho metástasis a ningún otro órgano del cuerpo.
«Él continúa sus controles con esta bella institución, que cuando nosotros asistíamos a 90 minutos por la vida, para apoyarlo, cuando una ayuda a la Teletón, bueno, ahora que vive esa situación de Cáncer y que el hijo de uno pasa por esta hermosa institución de bienestar social, donde aman a todos los niños (…) mi hijo ama al fútbol y pues cuando participamos de 90 minutos por la vida, ahora es un sentimiento» comentó Cecilia Guerrero.
La vida luego del Cáncer
Los amigos, los compañeros, el fútbol, las impresiones 3D, el saxofón y lo más importante, el apoyo familiar han sido claves para Esteban Valerio Guerrero, luego del tratamiento por su retinoblastoma.
«Ha servido de mucho para distraerme, para como cuando estaba todavía no yendo a la escuela, que me quedo aquí todo el día, pasaba todo el día aburrido, porque no podía brincar, jugar, no podía hacer movimientos fuertes. Me ayuda un poco para distraerme» dijo Esteban.
«Yo ya estaba deseando que pasara el mes y que me dijeran para agarrar la bola pero la escuela si me costó un poco más (…) yo al principio iba venía mediodía, ya después si yo salía a las 3:30, me venía a las 2:30, más tarde, 1:30 una semana, 2:30 y hasta que ya estuve por completo en clases» agregó.
¿Cómo lo recibieron al llegar a la escuela? «Me recibieron bien, todo el mundo me abrazó, lo normal, me recibieron bien. Y los que no me recibieron tan bonito, me resentí un poco, pero luego me desahogo en el fútbol» comentó Esteban.
Emprendimiento
Esteban Valerio Guerrero, está vendiendo sus productos con un costo de, la Copa grande, de 16 centímetros, tiene un costo de 15 mil colones, la mediana, tiene un costo de 8 mil colones y con una base para colocarla, tiene un costo de 10 mil colones. El Lionel Messi, Campeón Mundial, tiene un costo de 11 mil colones y los llaveros del trofeo de la Copa Mundial, tiene un costo de mil colones.
¿Recomendación para los jóvenes de su edad? «Busca en formas herramientas qué la lleven a hacer algo que sea divertido, que no se aburra, que también puedan generar plata lo que hacen (…) para soportar las cosas negativas, buscar algo en que distraerse o algo que les guste hacer enfocarse en eso y ya» concluyó Esteban Valerio Guerrero.