Estas bolsas se pueden tomar en refresco
El proceso de eliminación de las bolsas plásticas puede tardar en algunos casos, muchos años, sin embargo, conoceremos las que desaparecen como por arte de magia e incluso se pueden ingerir.
El primer dato interesante sobre estas bolsas, es que no están hechas de plástico, El Guardián, contactó a una innovadora empresa Toto del Salvador que comanda el proyecto para conocer éste ecológico proyecto.
Según no explicó Luis Tona, Director Ejecutivo de la empresa, las bolsas tienen la apariencia de una bolsa plástica convencional, sin embargo están hechas de materiales naturales como almidón, con lo cual se deshacen al contacto con agua o cualquier líquido.
Si bien no fueron diseñadas específicamente para consumo como una bebida tradicional, el empresario nos demostró consumiendo él mismo una bolsa disuelta en agua e ingiriéndola sin ningún problema.
Aunque por el momento ningún empresario costarricense ha decidido adquirir las mismas sin duda es una propuesta innovadora y que ayuda al ambiente.
Las bolsas convencionales
Según un informe del Instituto Tecnológico de Costa Rica, nuestro país con apenas 51 100 km de área, desecha 550 toneladas de plástico diariamente, es decir, el equivalente a 15 camiones de plástico por día.
A pesar de ser un país «con sello verde», nuestro país es uno de los mayores importadores de plástico. Sólo en 2017 nuestro país importó $123 millones en plástico.
Otro problema que tienen las bolsas plásticas convencionales es que tardan alrededor de 150 años para desintegrarse por completo.
Actualmente existen otras opciones como las bolsas biodegradables que pueden desintegrarse al cabo de entre uno hasta cinco años dependiendo de su confección; a diferencia de estas que desaparecen de inmediato al tener contacto con el agua.
Otro problema que se evitarían con una propuesta como esta, es la acumulación de bolsas en playas y ríos lo cual facilitaría el proceso de limpieza además de que sería un mayor atractivo para el turismo.