En honor a la verdad: el marchamo
Uno más de la arquitectura de los impuestos indirectos Costarricense s
En honor a la verdad. Si me preguntan directamente diré, y lo he señalado con hechos, el marchamo es un impuesto contradictorio desde su naturaleza.
En honor a la Verdad
Además genera una afectación a la propia CCSS al tener una cobertura de 6 millones, lo cual es insuficiente en caso de atención hospitalaria y esto le genera a la Caja pérdidas anuales por 10 mil millones contabilizadas, pero después de agotada la cobertura siguen atendiendo al paciente y la entidad deja de contabilizar el valor por lo cual la afectación podría ser hasta por miles de millones más.
Ojo, la propia Superintendencia de Seguros recomienda al Poder Ejecutivo aumentar la cobertura para disminuir perdidas a la seguridad social. Ya vamos por el percentil 92% y el límite para subirlo es del 90% de accidentabilidad, pero debido a la compleja situación económica de la Caja, reconocida por el propio Presidente, es urgente actuar para no desangrarla más.
Por otra parte, la fórmula de cálculo es enredada, nada fácil para entender. De hecho el Ministro de Hacienda la explicó y la indexó a la inflación del 12.3% de donde se generó un aumento en la base para un gran porcentaje del parque automotor. Simplemente no se entiende.
Es un tema confuso que vamos a volver a preguntar para pedir una explicación a lo tipo Maestra Pochita para entenderlo bien.
No hay premio individual por tener cero siniestralidad, y como en el caso de los Motociclistas se castiga en bulto al colectivo, entonces no hay estímulo a evitar accidentes que podrían redundar en un menor pago de marchamo por buena conducta.
Como toda ley Costarricense, tiene un objetivo principal y un montón de derivaciones; los componentes del marchamo son el Seguro Obligatorio, impuesto a la propiedad, impuesto municipal, timbre de fauna, ley 7088 que compone un aporte “ a la Asociación de Guías y Scouts de Costa Rica; el diez por ciento (10%) al Centro Diurno de Atención al Ciudadano en la Tercera Edad (Acate); el cuatro por ciento (4%) a la Asociación Hogar de Ancianos de Pérez Zeledón; el quince por ciento (15%) al Patronato Nacional de Rehabilitación, y el quince por ciento (15%) a la Asociación Pueblito de Costa Rica. El aporte se actualizará anualmente con base en el índice de precios al consumidor”.
Un gran porcentaje va directamente al Consejo de Seguridad Vial (COSEVI), que a su vez lo destina a la prevención de accidentes.
En honor a la verdad, el asunto es que uno se confunde porque cree que el marchamo, mal llamado derecho a la circulación, es solo por eso, pero no es uno más de los impuestos indirectos de la arquitectura tributaria costarricense.
Tampoco tiene relación con tapar huecos, ni mejorar Carreteras; para tales fines hay empréstitos y el Impuesto Único al Combustible que se cobra en el precio de las gasolinas, el cual deriva a su vez en otorgar recursos a las Municipalidades para tales fines.
El meollo del asunto es cómo salir del berenjenal sin afectar toda la arquitectura. Urgente una modificación al Marchamo para convertirlo en lo que todos pensamos.
Ahora, en redes sociales el enojo es lógico, y hasta saludable, pero qué podemos hacer como ciudadanos. Una iniciativa ciudadana propuesta ante la Asamblea Legislativa que ocupará dos magistraturas, pero antes la ayuda de un diputado para convertirla en suya. Que el Poder Ejecutivo o Legislativo por iniciativa propia promuevan cambios, pero no seamos ingenuos, el cobro significa una recaudación de más de ¢329 mil millones de dinero fresco. Esa recaudación se remite a las entidades involucradas, lo que corresponde al INS es solo el 20% y se invierte en la atención de accidentes de tránsito.
Si usted es dueño de un Ferrari pagar ¢9 millones de marchamo es nada, pero si su carrito es un Datsun 1990 ¢100 mil.
En honor a la verdad, la protesta es sana y necesaria, pero el berreo no, termina por enfermar al dueño del berreo, quien en su legítima disconformidad debería buscar acciones concretas.
Podrá llegar Rodrigo Chaves, Franklin Chang, José María Figueres pero si no se acciona por la vía de la reforma legal no hay nada que hacer. Eso requiere acción, organización, y seguimiento, y no enojos en redes sociales.
En honor a la verdad. Provecho con el ejercicio de la libre expresión a través del berreo, pero no espere cambios de fondo, eso no pasa con «chichas».
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