El valor de ser fantasma
De niño una persona irresponsable no me dio la oportunidad de celebrar una fecha comercial. Sí, a los dos años aproximadamente: mi mamá y mi papá se separaron luego de casi una década de matrimonio donde la fidelidad no fue una característica que aplicó don Carlos. De hecho, tengo muchos medios hermanos (la verdad nunca he querido sacar la cuenta) y uno en particular tiene 2 años más que yo.
El valor de ser fantasma
La verdad no recuerdo en la escuela celebrar el día del padre y en el colegio con más conciencia; lo que decidí fue darle gracias a mi mamá por la vida ¡Vaya suerte la de doña María, porque le celebro 2 veces al año! Ella me educó con lo que tuvo, a veces mucho a veces poco, pero la dignidad es una semilla que aún germina.
Gracias a Dios soy bien imperfecto, porque cada vez que caigo me levanto con unas ganas de comerme el mundo porque acepto, me gusta comer y bien rico pero justamente esa imperfección me ha llevado por caminos de malas decisiones (nunca drogas o malas compañías). De hecho, tengo casi 12 años de educación superior universitaria y un expediente judicial limpio hasta setiembre de 2015.
Mi ex mujer, para mis amigos conocida como la G L, en sus primeros años en conocerla era lo real que buscaba en una compañera: trabajadora, mujer profesional y alguien con quien conversar horas de horas sobre diversos temas.
Pero un día el demonio de la infidelidad, tomó su cuerpo y la convirtió en un ser irreconocible que usa el sistema judicial a su antojo. Por ser hombre, ya soy condenado en materia de Violencia Doméstica, ese sistema es vil y perverso. Por ser hombre, ya soy condenado en materia de Pensiones porque a la Sala IV lo único que le interesa es que yo pague.
Y la Fiscalía tiene tanto trabajo que busca como no resolver casos porque no le bastaron 35 actas de observancia policial para demostrar los delitos de abuso de autoridad parental y desobediencia a la autoridad judicial, simplemente cerraron el caso y de inmediato lo archivaron notificando a una dirección electrónica que no es mía, ni de mí abogada. 35 veces he ido a buscar a mi hijo y mi ex mujer simplemente no lo entrega, teniendo en mano un régimen de visitas avalado por un juez de familia.
No tengo espacio en estas líneas para contar mi versión del PANI, solo puedo decir que bailaré mucho el día en que cierren esa institución.
Mi hijo cumplirá 10 años en julio y si no fuera por una medida cautelar que impuso un juez YO sería un fantasma, porque de nuevo el hombre paga pensión pero la dueña de los hijos en común es la mujer y la mía decidió que él y yo no tuviéramos contacto.
Con la fecha comercial, gracias pero no me mueve un solo sentimiento. Mi gran error fue escoger mal a la mujer que es dueña de mi hijo, lastimosamente la bola de cristal no me dio las señales correctas.
Soy un papá 4 horas cada 15 días. Lo traduzco, solo veo presencialmente a mi hijo 8 horas al mes, gracias a una medida cautelar del juzgado de familia. Tengo 8 años batallando en juzgados y finalmente la última decisión está en manos del Tribunal de Familia del Primer Circuito Judicial de San José. Misma que puede durar 2 años…
Hijo, he hecho lo que otros me han dejado hacer… tus cumpleaños, tus navidades, tus momentos de necesidad emocional: lo siento por no estar y ya las lágrimas se secaron solo puedo seguir orando para cuando cumplas 18 poder hacer nuestra vida.
¡Intenté romper cadenas y ahora el fantasma soy yo! Con la diferencia que yo SI he sido responsable. (Anónimo).