El trabajo líquido en la era digital
(Por MSc. Jacqueline Pérez Navarro para El Guardian) – La pandemia ha obligado a cambiar la forma de trabajar. Ante este contexto la flexibilidad, el teletrabajo y la movilidad de trabajadores, los cuales han visto cómo pueden desempeñar sus tareas, en muchos casos, sin espacio físico en la empresa. Todo esto liderado por la digitalización.
Camino hacia el trabajo líquido.
La oficina ya no es el único espacio físico en el que se desarrollan las actividades laborales. Por lo cual es necesario que las personas adquieran la capacidad adaptarse, ser flexibles, ver las nuevas oportunidades y ventajas, la transición a un trabajo líquido permite equilibrar las necesidades laborales y personales.
El trabajador líquido es una persona “digitalizada”, con gran capacidad de adaptación por lo que este modelo le permite desarrollar su carrera, ya sea desde el propio centro de trabajo como en teletrabajo, de forma que pueda compaginar su vida privada y profesional.
La actividad del trabajador moderno se centra cada vez más en el resultado, por lo que los entornos deben responder a la necesidad de llevar a cabo de manera independiente tareas individuales o de colaboración.
Las líneas del trabajo líquido:
- Desaparece la limitación a un espacio específico en la empresa y la oficina se traslada donde haya un trabajador conectado. Las personas pueden desempeñar sus labores desde cualquier sitio.
- Los horarios ya no son estrictos, lo que más se valora es alcanzar los objetivos. La flexibilidad en este sentido facilita la conciliación y promueve la motivación de los trabajadores.
- Las jerarquías se van “aplanando” y las estructuras laborales se vuelven más lineales. Las antiguas jerarquías verticales y rígidas no serán sostenibles, ya que, para jugar un papel destacado en la era digital, se requiere una organización ágil, que sea capaz de responder al personal, a los clientes y al ecosistema con velocidad.
- Los trabajadores ya no aspiran a “un trabajo para toda la vida” sino que se mueven entre las empresas que más aprecien su talento. Son menos fieles.
- Es una forma de trabajar diferente y requiere innovadoras herramientas que faciliten a los trabajadores el desempeño de sus actividades de acuerdo con este nuevo concepto: de manera más flexible, sencilla y transparente. Aspectos como el teletrabajo son posibles gracias a esto.
Desde el punto de vista de la empresa, esta transición significa crear espacios de trabajo más flexibles y funcionales, donde se trabaje por objetivos y la evaluación del desempeño también sea por objetivos y/o competencias (o el modelo de evaluación más adecuado para la naturaleza de la empresa y puesto de trabajo).
Las empresas líquidas crean grupos de trabajadores líquidos y aspiran a un mundo laboral, donde el trabajador está en el centro, y éste siente que forma parte de la misma, cree en la visión, en misión, vive los valores, y siente que crece profesionalmente.
Es por esto que muchas empresas están adaptando sus políticas de RRHH a esta nueva realidad.
Discusión sobre el trabajo líquido.
Existe una discusión en relación a las consecuencias que este modelo de trabajo puede tener en la salud (física y psicológica) de los trabajadores. La flexibilidad de horarios y el trabajo por proyectos podrían provocar altos niveles de estrés, y en algunos casos la reducción del tiempo de ocio y familiar.
Muchos cambios que han venido con la pandemia han llegado para quedarse, lo que no cambiara es la necesidad de adaptarse a entornos cada día menos rígidos.