El Covid-19 el mejor aliado de la idea de un Estado Poderoso
(Editorial) Si bien el Covid-19 ha matado miles en todo el mundo, tiene una víctima a quien nadie extrañará, el pensamiento Neo Liberal que pretendía debilitar al máximo los Estados.
Quién le podría creer hoy en día a Otto Guevara, en Costa Rica, de que venderlo todo sea la solución al problema económico del país.
Imagínese sin la Caja del Seguro Social cada quien peleando con sus aseguradoras privadas para protegerse en caso de contagiarse de COVID-19.
O que me dice de la prueba gratuita que da el Seguro Social para detectar el Covid-19 que en el Hospital Cima vale mil dólares, en la Clínica Bíblica 262 mil, y en el Laboratorio Labin 80 mil.
Y a los amigos de la Liga de La Caña vendiendo al mejor postor materia prima para elaborar alcohol en gel, o alcohol para hospitales.
El despelote en La Cali dejó constancia de que los mercados pueden actuar irresponsablemente en peligro de toda la sociedad.
Sencillamente la idea de un Estado reducido a la mínima expresión tuvo el escenario que sus Apóstoles no querían, una Pandemia.
China fue el primero en demostrar que la única forma de contención era un Estado poderoso, y en semanas logró no sólo controlar, sino demostrar que la maquinaria burocrática era vital para frenar Jinetes del Apocalipsis.
Italia y España deberán entrar en análisis de sus sistemas de salud pública ante la apabullante realidad.
Estados Unidos y sus miles de contagiados demostraron que su debilidad sigue siendo un sistema sanitario endeble por dejárselo todo al mercado.
Costa Rica dejó evidencia de necesitar una Pandemia para organizar su entrabado sistema burocrático, pero que funciona, funciona y muy bien.
Lo decía el Presidente Ejecutivo de la Caja, Don Román Macaya. Tenemos 1.1 camas hospitalarias por cada mil habitantes. Una infraestructura creada a lo largo de 80 años. Ni los miembros de la OCDEC lo tienen.
Una persona de recursos medios jamás podría ocupar una cama en un sistema de medicina privada, es inalcanzable para un simple mortal.
En Costa Rica sí, hasta un indigente puede recibir atención médica gratuita en la Unidad de Cuidados Intensivos donde el día puede superar a cualquier estadía en el Hotel más caro.
Hoy más que nunca demuestra la evidencia objetiva la importancia de un sistema solidario para superar como humanidad las dificultades más enormes.
La Ley de la Oferta y la Demanda irónicamente actuó contra sus ultradefensores.
La oferta requería acciones coordinadas, ante una demanda creciente de sectores vulnerables desde lo económico, pero ningún agente privado podía cumplir solidariamente con ellos, salvo Estados Poderosos sin fines de lucro más allá de los impuestos que de por sí son suficientes.
Eso de libéralo todo, que el mercado por sí solo se regula, hoy en día quedó más desvirtuado que nunca. Sencillamente es una utopía como lo fue el Comunismo en su momento. Una fumada bien verde.
Gracias al Covid-19 se demuestra que una Sociedad debe tener sistemas públicos robustos y accesibles para todos. Desde la Fuerza Pública hasta los Servicios Hospitalarios.
La Educación Privada con Fines de Lucro fue la primera en cerrar con el Saint Francis como ejemplo, mientras la pública tuvo necesidad de organizar la asistencia alimentaria para cada uno de sus usuarios, niños de todo tipo, antes de cerrar.
Sin embargo, también el Burócrata debe actuar como si todos los días nos amenazara una pandemia, que de por sí lo es, se llama Neo liberalismo o Liberalismo Tecnocrático.
De hecho, sus protectores han logrado que hasta a wikipedia le cueste definirlo técnicamente.
El Covid-19 rescató entre las masas la idea de que si conviene ser dueño de los Hospitales, las escuelas, los Bancos, las Policías, aunque tengamos como Albaceas a los Burócratas de turno o permanentes.
Si esto fuera como ellos dibujaron, se mueren adultos mayores, adultos, niños, adolescentes y todo el que no tuviera plata para sus intereses, por eso la Institucionalidad debe cuidarse.