Educación Dual. El Diablo está en los detalles

(Por Luis Mata Guillén) El mayor problema del proyecto de educación dual es que es un esperpento de mediocridad que desnuda la falta de disciplina, rigor, investigación, estudio y sentido común nacional y que no es ajena a quienes proceden de la educación privada, sus proponentes, por lo cual la incapacidad de abstracción sigue siendo democrática e inclusiva.

No es cierto que este proyecto resuelve desempleo pues el 13% de este no se debe a la falta de oferta de mano de obra sino a la falta de oferta laboral.

Ya existe desde los años 70s una ley de educación dual que contempla mucho más de lo que el PUSC-PAC-PLN le vende al país.

Es falaz y de un pensamiento mágico similar al religioso suponer que las ofertas para el aprendizaje vendrán de los sectores que mejor pagan, puesto que el acceso a esos puestos está sujeto al conocimiento previo: ningún call center bilingüe permitirá que quien no habla un segundo idioma sirva ni de recepcionista, aunque probablemente sí le sirvan misceláneos y mensajeros. NI hablar de empresas de alto perfil tecnológico o especialización de área.

¿Cuáles son los objetivos país que busca desarrollar la educación dual? ¿Industrialización? ¿Comercio? ¿Servicios especializados? ¿Tecnología? No lo dice y, al parecer, a los proponentes e impulsadores tampoco les importa.

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La educación dual nace en país cuya vocación social es histórica, por lo cual es del ámbito de una economía social de mercado, en el tanto que desde 1982 y a la fecha, en nuestro país se viene desmantelando el Estado Social de Derecho, es decir, eliminando sistemáticamente aquello que en Alemania se protege. Así que en algo sí son innovadores nuestros flamantes diputados: En darle marco jurídico a la explotación del hombre por el hombre que tanto condena la doctrina social de la iglesia.

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