Del Monte se declara en quiebra
La empresa aclaró que las subsidiarias fuera de Estados Unidos no están incluidas en el proceso de bancarrota

Del Monte Foods, el icónico productor de frutas y verduras enlatadas con casi 140 años de historia en la industria alimentaria estadounidense, presentó el pasado lunes una solicitud de bancarrota bajo el Capítulo 11, como parte de un proceso de reestructuración financiera que incluye la búsqueda de un comprador para la totalidad o una porción significativa de sus activos.
Del Monte se declara en quiebra
La compañía con sede en Walnut Creek, California, informó que ha llegado a un acuerdo de apoyo a la reestructuración (RSA, por sus siglas en inglés) con sus prestamistas y ha asegurado un financiamiento por 912.5 millones de dólares que le permitirá continuar operando mientras avanza el proceso judicial.
En su presentación ante el Tribunal de Quiebras del Distrito de Nueva Jersey, Del Monte estimó que sus pasivos y activos oscilan entre 1.000 millones y 10.000 millones de dólares.
“Tras una evaluación exhaustiva de todas las opciones disponibles, determinamos que un proceso de venta supervisado por la corte es el camino más eficaz para acelerar nuestra recuperación y construir un Del Monte Foods más fuerte y sostenible”, afirmó Greg Longstreet, presidente y CEO de la compañía, en un comunicado oficial.
El plan judicial busca mantener operaciones mientras se concreta una venta
La declaración de bancarrota no implica el cese inmediato de las operaciones. Por el contrario, la empresa indicó que el financiamiento aprobado por sus prestamistas garantizará la continuidad del negocio mientras se lleva a cabo el proceso de venta como empresa en funcionamiento.
Según el comunicado difundido por Del Monte, la compañía priorizará la oferta “más alta o mejor” durante la búsqueda de un comprador, en un esfuerzo por maximizar el valor de sus activos.
La venta podría incluir “todos o sustancialmente todos los activos de la compañía”, aunque no se ha especificado un calendario claro ni los posibles interesados en la adquisición. La empresa, que ha tenido una presencia sostenida en los supermercados estadounidenses durante generaciones, enfrenta ahora un proceso judicial cuyo desenlace podría transformar su modelo operativo y su posición dentro del mercado alimentario.
Del Monte Foods no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios realizada por CBS MoneyWatch.
La empresa no logró resistir la presión de los cambios en los hábitos de consumo
Uno de los factores centrales que empujaron a Del Monte a esta situación crítica ha sido el cambio en las preferencias de los consumidores. De acuerdo con Debtwire, firma especializada en análisis de datos financieros, la demanda por alimentos enlatados con conservantes ha disminuido de forma sostenida, desplazada por un interés creciente en productos frescos y opciones consideradas más saludables.
“En general, Del Monte afirma que la demanda del consumidor ha disminuido, lo que ha generado mayores costos relacionados con el exceso de inventario que ha debido almacenar y mover de los estantes mediante promociones más agresivas”, explicó Sarah Foss, directora global del área legal y de reestructuración en Debtwire, en declaraciones enviadas por correo electrónico a CBS MoneyWatch.
Este cambio cultural en la alimentación ha debilitado el modelo de negocio de muchas empresas tradicionales en el rubro, pero el golpe ha sido especialmente severo para Del Monte, cuyos productos centrales —frutas, verduras y sopas enlatadas— dependen de una logística de distribución estable y de una demanda constante que ha comenzado a erosionarse.