Consumidores; Seamos Tarzanes y no Chitas en la Selva de la ley de la Oferta y la demanda
El Poder del Consumidor
Consumidores. Seamos Tarzanes en la selva de la Ley de la Oferta y la Demanda, no más Chitas.
Consumidores. Tarzanes y no Chitas
Cuánto pesamos los consumidores en la balanza de precios, en Costa Rica prácticamente nada.
Recién publicamos una noticia relacionada con el precio de la carne y muchos honorables ciudadanos advierten que no han visto la merma anunciada por la Corporación Ganadera Nacional (CORFOGA) del 4%, y tienen razón, porque detectar una baja de este tipo requiere un consumidor quisquilloso y crítico ante los movimientos.
¿Los Ticos tenemos que preguntarnos si somos Buenos consumidores?. En principio parece una verdad de perogrullo, no lo somos, pero mucho es porque Papá Estado siempre ha intervenido en favor del control de precios, y hasta los años 1980 tuvimos estancos donde el control era absoluto.
Pasamos de regulación a desregulación en un abrir y cerrar de ojos con las tendencias ideológicas acompañadas por los tratados de libre comercio.
Sin embargo, en la ecuación las autoridades olvidaron algo importante, el peso del consumidor, no sabemos si intencionalmente o por despiste involuntario.
El Tico no tiene educación para actuar como consumidor, y constantes son las ocasiones donde se vulneran nuestros derechos sin darse cuenta. Basta revisar los abusos con créditos bancarios, tarjetas de crédito, o el precio de la carne.
La ley 5665 aclara todo el panorama a favor del consumidor costarricense y hay que leerla.
La ecuación es sencilla: oferta y demanda. En ambos lados el consumidor es la diferencia, pero qué va, nuestro actuar es cuando menos tímido, para no llamarlo de otra manera.
Un ciudadano con el asunto del precio de los huevos advertía el valor del consumidor, pues ante la subida de precios podíamos afectar la balanza a nuestro favor de una manera sencilla, dejar de comprar huevos por un corto periodo.
Si decidimos resistir a los abusos, ya sea por el “tema” la guerra en Ucrania o los tamales de diciembre, los comerciantes se verán afectados y tendrán que buscar herramientas para atraer nuevamente al consumidor, por ejemplo bajas en los precios.
Claro saltarán los que digan y entonces cómo preparo mis recetas, o en los desayunos nunca pueden faltar, y entonces deben analizar que es justamente su decisión final la responsable de provocar un aumento o no en el precio final.
Igual pasa con los combustibles. Si la gente de forma masiva y voluntariamente guarda su carro y decide caminar, afectaremos el consumo, aunque en este caso los economistas los llamen consumo inelástico.
(Se habla de demanda perfectamente inelástica cuando un cambio en el precio, sin importar su magnitud, no provoca ninguna variación en la cantidad demandada. Fuente Google).
Si la gente adopta la actitud de comprar a cualquier costo, entonces su papel de sujetos pasará a ser objetos de consumo.
Vean un gran ejemplo, los afectados por cobros indebidos de Global Vía. Fueron ellos los que gracias a su vigilancia, pudieron probar cobros irregulares en pago los peajes. Quién sabe cuántos más están en la misma situación pero nunca han dedicado un par de horas para revisar su estado de cuenta del banco. Ellos son héroes formidables de los Consumidores, ejemplo del buen actuar del ciudadano.
Video de afectado por Globalvía:
Si el consumidor camina, y busca mejores precios, o cambia sus hábitos de consumo afectará la balanza donde lo quiera, pero si no hacemos nada, no pasará nada. Aplicar la Tercer Ley de Newton a nuestro favor.
El gobierno dejó de regular precios, y eso nos toca a nosotros; escoger dónde, cuándo, y cómo eligo es mi decisión.
Ya es hora de aprender a leer etiquetas; saber de mediciones básicas de kilos y libras para saber diferencias de precios; además distinguir calidad entre aparentes iguales.
Les doy un ejemplo. En Hugo Boss una camisa mezcla de algodón y poliéster el precio es de $240, mientras en Adolfo Domínguez una camisa 100% algodón costaba 29 mil colones. En este caso la marca y no la calidad lo define todo.
Lo mismo pasa con gente que se compra un carro nuevo y al salir de la agencia cuesta ya un 20% menos. A propósito un bien altamente depreciable.
Es hora de afectar la balanza de precios. Si el producto está caro, pues dejar de consumirlo, pero es una decisión personal que a la vez es de efecto colectivo.
Señoras y Señores seamos consumidores informados en la selva del comercio donde nosotros somos los Tarzanes pero actuamos como Chitas.
Exijamos, y cambiemos el chip con pasos pequeños como dejar de decir “Me regala tal cosa…” a nadie le regalan nada, hay que ganárselo, pero esos pequeños cambios marcarán una enorme diferencia.
Útiles escolares, comida, vestido, hoteles, todo está a nuestra merced, pero tenemos que ser conscientes y consecuentes.
Seamos Tarzanes en la Selva de la Oferta y la Demanda, no Chitas.