Campaña Presidencial. Muchos Candidatos y pocas opciones reales
Editorial
La Campaña Electoral por la Presidencia de la República tiene muchos Candidatos, pero pocas opciones reales para ocupar la Silla Presidencial debido la desigualdad real entre las agrupaciones.
29 Partidos Políticos están inscritos ante el Tribunal Supremo de Elecciones para participar por ocupar el Poder Ejecutivo, un efecto de la Democracia que permite competir en desigualdad de oportunidades, las más importantes económicas y de acceso a los medios tradicionales.
Conocidos como Óscar López, del PASE, José María Figueres, del PLN, Welmer Ramos, del oficialismo, José María Villalta, del Frente Amplio, o emergentes como Rodrigo Chávez, del Progreso Social Demócrata, o Rolando Araya, quién pasó de la precandidatura de los Pericos al de Costa Rica Justa del Diputado Dragos Dalanesku, hasta nuevos políticos como el artista «Elvis Tico». Dos mujeres participan en la contienda, Natalia Díaz por el Partido Unidos Podemos, y Linneth Saborio por el PUSC.
La enorme oferta parece no corresponder a la realidad del país de unidad en el discurso de necesidades reales electorales. Empleo, Corrupción, Desigualdad, eficiencia, e innovación son las urgentes.
Descartemos de los 29 Partidos y desde ya valoremos a los seis con más posibilidades de sacar al menos un Diputado de acuerdo con el registro histórico de las dos últimas elecciones: Partido Acción Ciudadana, Partido Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana, Frente Amplio, Partido Integración Nacional, y Restauración Nacional. A estos sumemos cinco más con Posibilidades como lo son Progreso Social Demócrata, Costa Rica Justa, Nueva República, Unidos Podemos y Nueva Generación. Tendríamos once para repartirse 57 Diputaciones, y el Poder Ejecutivo.
Y décimos pocas posibilidades porque las elecciones son más un concurso de popularidad tipo «Nace una Estrella» que un escenario para exponer los Planes concretos para atacar la complejidad socio económica del país.
Ni los Diputados ni el Tribunal Supremo de Elecciones movilizaron voluntades para modificar la Ley Electoral y así crear franjas en la televisión nacional para permitirle a cada uno de los 29 Partidos presentar sus ideas y su equipo de trabajo en igual de condiciones.
Si bien muchos hablan de la mística, el carisma, y la inteligencia, las voluntades dependen de la realidad económica de cada uno de los participantes. José María Figueres, por su pensión de ex Presidente, José María Villalta o Welmer Ramos pueden dedicarse en cuerpo y alma a la campaña Electoral sin preocuparse del financiamiento, tienen trabajo y Dietas como Diputados, en otros casos Nueva República le puede pagar un sueldo a Fabricio Alvarado, el PUSC a Linneth Saborio. Dudas razonables hay alrededor del financiamiento de Rodrigo Chávez, con un partido nuevo de paquete, o Rolando Araya que invirtió 30 millones en su precandidatura en el PLN y cualquiera después de un esfuerzo económico tan grande queda limpio. Sergio Mena pudo ahorrar como abogado en los últimos cuatro años, porque solo así se explicaría dedicarse en tiempo completo sin financiamiento debido a que nunca ha logrado obtener pago de deuda política.
Esto es otra, el juego económico, la interacción de entidades financieras privadas en su apuesta al mejor jinete se traduce en financiamiento disparejo. No es lo mismo que por ejemplo el BCT de Leonel Baruch ofrezca apadrinar al PUSC, que llegue Avance Nacional de José María Echandi a pedirle fiado.
Datos del Tribunal Supremo de Elecciones, y que publicaron los colegas del Semanario Universidad, señalan que «el Grupo Financiero BCT aprobó fideicomisos por ¢7.777 millones a cuatro partidos políticos para las elecciones presidenciales de 2018, mientras el Banco Promérica, por ¢3.349 millones, a dos partidos. Para las recientes elecciones municipales, BCT financió con ¢3.700 millones y Promérica, con ¢1.400 millones, según información del Departamento de Financiamiento de Partidos Políticos (DFPP) del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE)». Entonces hablamos de un negocio multimillonario sin igualdad de condiciones.
La plata se traduce en dos cosas: dinero para la estructura electoral desde secretarias pasando por el sueldo del Jefe de Campaña o Asesores Internacionales, hasta pago tiempo aire en triple A en televisión nacional, y como lo dijimos letras arriba, muchos son los llamados, pocos los escogidos. Esto es un juego de caer bien, «cantinflear» las propuestas para decir mucho sin decir nada, y aplicar el eslogan de los pingüinos de Madagascar de «Gorditos y Bonitos».
Tampoco se crea que el Votante tico es muy exigente e informado, y como todos los votos cuentan, informados o no informados, el asunto emocional es vital para movilizar masas, allí nuevamente funciona el «Nace una Estrella» para convertir al Candidato en un Producto como Pasta Dental que promete arrancar todo el sarro del aparato burocrático y esmaltar las Finanzas públicas.
Lo peor es el descaro de los Partidos Políticos de no tener nunca a tiempo los Planes de Gobierno y la Planilla de Futuros Ministros a disposición del electorado, con el fin de evitar exámenes donde el resultado sea negativo.
En El Guardián nos hicimos la promesa darle 15 minutos como mínimo, absolutamente gratis a cada uno de los participantes para cumplir con el equilibrio informativo. Seremos puntuales y pediremos soluciones puntuales a los temas país como el Desempleo, la Corrupción, y la Desigual.