Banco Central anuncia menor crecimiento económico
Guerra de Ucrania afecta entorno
Banco Central anuncia menor crecimiento económico para los años 2022 y 2023, a consecuencia de la guerra en Ucrania y las repercusiones mundiales.
Banco Central presenta nuevas cifras
En su Informe de Política Monetaria (IPM) para abril del 2022, el Banco Central proyecta una variación del Producto Interno Bruto de 3,4% para el 2022 y de 3,9% en el 2023, frente a 3,9% y 4,0% contemplados en el IPM de enero pasado, respectivamente.
«Esas revisiones a la baja en las proyecciones de crecimiento para la economía costarricense en el bienio 2022-2023 reflejan el entorno externo más adverso, caracterizado por una alta incertidumbre, un menor crecimiento mundial y un significativo deterioro en nuestros términos de intercambio adicional al experimentado ya en el 2021.
Las nuevas proyecciones económicas están sujetas a riesgos derivados de factores externos e internos. Los principales riesgos externos se relacionan con la magnitud y duración y los efectos económicos del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la evolución mundial de la pandemia, las presiones inflacionarias globales y las decisiones de política que tomen las principales economías. Por su parte, uno de los riesgos internos salientes el de la inflación y las expectativas inflacionarias. En particular, en un contexto de fuertes presiones inflacionarias externas, un desafío fundamental para el Banco Central será el de contener las expectativas de inflación locales, y así reducir posibles efectos de segunda ronda».
Banco Central y acciones concretas
De acuerdo con el Banco Central: «Para una economía muy abierta al comercio internacional e importadora de materias primas como la nuestra, el marcado aumento en los precios de los bienes importados inevitablemente llevó a un aumento en la inflación local, que inició en la segunda mitad del 2021 y que se manifestó con mayor fuerza en el 2022.
Así, la inflación (medida por la tasa de variación interanual del Índice de Precios al Consumidor) alcanzó un 5,8% el pasado mes de marzo. En este comportamiento también incidió la depreciación del colón.
Ante las presiones inflacionarias externas y el buen crecimiento económico de la economía costarricense, el BCCR inició a finales del 2021 un proceso de normalización gradual de la Tasa de Política Monetaria (TPM), con el fin de contener las expectativas inflacionarias y señalizar el compromiso firme con una inflación baja y estable.
Así, aumentó la TPM en 50 puntos base (p.b.) en diciembre del 2021 y de nuevo en 50 p.b. en enero del 2022 y, ante la intensificación de las presiones inflacionarias externas con la guerra en Ucrania, aplicó un aumento adicional de 75 p.b. en marzo y otro de 150 p.b. en abril, hasta ubicar la TPM en 4,0% anual.
En complemento de sus decisiones de política monetaria, desde diciembre el Banco Central ha informado al público que proyecta mantener, este año, una senda de incrementos de la TPM.
El segundo desafío que enfrenta el Banco Central son las presiones cambiarias que se han mantenido desde inicios de la pandemia. Estas reflejan, en parte, las condiciones externas prevalecientes: el aumento en los precios de las materias primas y, en general, de los bienes importados en mercados internacionales, y el incremento en los costos del transporte de mercancías. Además, reflejan que los ingresos de divisas por turismo aún no recuperan los niveles previos a la pandemia. Sin embargo, las presiones cambiarias también obedecen a la mayor demanda de divisas por parte del sector público no bancario (SPNB) para enfrentar vencimientos de deuda, y de las operadoras de fondos de pensiones, que buscan diversificar sus carteras de inversión. Este proceso de diversificación inició hace varios años, pero se intensificó a partir de la segunda mitad del año 2020.
En este contexto, el BCCR participó en el mercado cambiario para gestionar los requerimientos de divisas del SPNB y acotar movimientos abruptos en el tipo de cambio, aunque sin cambiar su tendencia. Sin embargo, frente a la mucho mayor demanda, el Banco Central no pudo restituir en el mercado todas las divisas vendidas al SPNB, lo que llevó a una reducción de sus reservas internacionales netas (RIN). Para suavizar el impacto sobre el tipo de cambio, el Banco Central ha cubierto temporalmente con reservas los requerimientos de dólares del Gobierno Central que se esperaba fueran cubiertos con créditos multilaterales. La expectativa del BCCR es que estos desembolsos externos ocurran en los próximos meses y con ellos se restablezca la posición de RIN. En ese sentido, las RIN han cumplido su función esencial de amortiguar el impacto sobre el tipo de cambio de choques inesperados o transitorios en el balance externo de un país.
De no haberse utilizado las reservas para tender ese puente temporal, se hubieran dado movimientos fuertes en el tipo de cambio, primero hacia el alza y luego hacia la baja. Dado el alto nivel de dolarización financiera de nuestro país, esas fluctuaciones hubieran puesto en riesgo la estabilidad del sistema financiero y perjudicado, así, la estabilidad macroeconómica, el crecimiento y el bienestar de la población» señala el Central.
El nuevo Gobierno cambió de timonel al Designar a Roger Madrigal López como nuevo Presidente del Banco Central de Costa Rica, quien forma parte actualmente de la burocracia de la entidad, por lo que todo indica seguirá la ruta.