Agustín Laje señala que Carlos Alvarado pidió intervención de CIDH sin necesidad
Sobre temas de uniones de personas del mismo sexo
Agustin Laje y Sebastian Schuff, dos activistas latinoamericanos, dedicaron algunos minutos en un espacio en redes sociales para comentar sobre la opinión consultiva 24-17 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la cual dio origen en nuestro país a la legislación para permitir la unión civil entre personas del mismo sexo.
Agustín Laje señala que Carlos Alvarado pidió intervención de CIDH sin necesidad
Según detallan Laje y Schuff, el gobierno de ese momento, que estaba al mando de Carlos Alvarado acudió a la CIDH para no asumir el costo político que representaba llevar este tema directamente a la Asamblea Legislativa, hasta ahí todo es una práctica casi normal, un gobierno que busca elevar a un organismo internacional un tema que puede acarrear una radical polarización social.
Pero más allá de eso, Schuff elaboró una investigación que detalla el origen de los fondos con los cuales la CIDH financia parte de sus operaciones y con ellas las decisiones que toma, ya sea en forma de opinión consultiva, informes o sentencias.
Estos fondos llegan a la CIDH desde los aportes de los países miembros, ONG y aportes de países no miembros justo esta última fuente ha venido en aumento en los últimos años, figuran con mayor cantidad de aportes Noruega y España, este último, a través de su Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Hasta aquí todo muy bien, pero según señala el redactor de este informe el problema esta en que esos aportes van acompañados de una serie de condicionamientos, mismos que deben ser subsanados para recibir el ingreso.
«Los Estados observadores y las ONG transnacionales podrían aportar fondos sin definir el destino de estos, en cuyo caso serían derivados al trabajo del SIDH en general. Pero también pueden, y lo hacen cada vez más asiduamente, definir específicamente sobre qué asuntos se van a aplicar, incluso incidiendo sobre su contenido de las decisiones. De este modo, el SIDH no es libre de destinar los fondos a la actividad que más lo requiera según su criterio, sino que debe dirigirlos a la indicada por el aportante. Dedicar fondos para la promoción de proyectos específicos significa, en la práctica, incidir fuertemente en la agenda del SIDH y el impacto que este tiene en los países miembros.», cita el informe. |
Es así como durante los últimos años, muchos de los documentos emitidos por la CIDH y SIDH versan sobre el tema de la agenda «inclusiva» donde el tema de identidad de género prevalece sobre otros.
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